Aquí no te tengo buenas noticias, ¿listos? Tú no puedes hacer que tu pareja deje el celular, a menos que quiera dejarlo. Y que quiera depende de muchos factores: que haya algo mejor que hacer, que tenga la conciencia de que lo está usando de forma exagerada, que se dé cuenta (y le importe) que está afectando su relación; vamos, que haga conciencia de que hay un problema.
Repito: cambiar una conducta requiere como elemento principal querer cambiarla; al menos debe haber la conciencia y voluntad de hacerlo pero cuando es algo adictivo, ni así. Entonces, si en vez de buscar una solución, tu pareja recurre a toda clase de estrategias (como decir que estás exagerando, que “ahorita, tantito”, justificarse con que es de chamba o peor, ¡te ignora!) para no parar, la cosa no pinta bien.
En una de esas te dice que “es tu problema”. Y la verdad, tiene razón. Tú tienes un problema cuando descubres que estás con alguien que no controla sus impulsos ni tiene respeto y empatía por alguien que en teoría dice amar. Y como no eres su mamá ni su papá, no lo puedes castigar, más bien debes decirle cómo te sientes.
“Últimamente siento que no compartimos tiempo como antes; sé que tenemos distracciones y ocupaciones, pero he visto que pasas más tiempo en el celular que antes. Entiendo que tienes cosas que hacer o ver, pero me gustaría que pudiéramos dedicanos un rato al día. A veces cuando estás así siento que me ignoras; quizá no es esa tu intención, pero así me siento. Yo te ofrezco tampoco tener distracciones cuando acordemos estar juntos”. ¿Es garantía de que así va a dejar el celular? Claro que no, pero al menos ya no hay duda que le dijiste tu sentir y le hiciste una petición concreta y clara; es decir, ya no puede alegar que no sabía.
Pero regañar al otro no funciona porque creas más tensión y resistencia. Lo mismo pasa cuando uno quiere poner reglas, funciona muy bien si los dos quieren. Si eres tú quien impone la regla, aunque el otro te diga que está de acuerdo, verás que como niño se esconde para usarlo y va a ser peor. Entonces la tarea no es convencerlos, si no ayudarlos a convencerse de que pasar tanto tiempo en el celular no es bueno para el futuro de su relación y después ver cómo actúa en consecuencia.
Para no dejarte sin una luz en el camino, veamos unas cuantas acciones que puedo recomendar:
- Dile tu sentir sin levantar la voz y sin regañar
- Habla con tono de voz firme, pero amable, que vea que hablas en serio, no en modo berrinche ni mamá
- No involucres otros temas, apégate a este
- Si te interrumpe, pídele que te deje terminar y que ya le darás un espacio en un momento para hablar
- Escucha lo que tenga que decirte
- Trata de establecer un acuerdo pero no esperes un cambio radical de la noche a la mañana
De lo que resulte de esa conversación y de lo que observes posteriormente, toma decisiones, porque no creo que quieras ni debas estar compitiendo con un teléfono por atención, ¿o sí?
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