jueves, 27 de enero de 2022

¿Qué hacer si mi pareja ronca o no me deja dormir?

Sí o no soñabas con juntarte con el ser amado para poder dormir en la misma cama? Qué bonito todo hasta que se acaba la luna de miel y no solo deja de ser un sueño, sino que tu pareja te hace perder justo eso. ¿Qué será más importante: dormir y descansar bien o estar en la cama cada noche con tu ser amado? Desde la salud física hasta el bienestar sexual, en una relación hay muchos puntos a considerar antes de tomar una decisión tan drástica como la de dormir en camas separadas; por eso te llevamos de la mano con consejos de expertos, para que antes de correr a tu media naranja del lecho, valores todo lo que está en juego.

YO SOLO QUIERO DORMIR

Cuando duermes estás alerta y cualquier cosa puede despertarte o interrumpir tu descanso. Es un instinto básico del ser humano: dormir te deja en una posición extremadamente vulnerable, porque cuando pasábamos las noches en cuevas era necesario que nos diéramos cuenta del mínimo ruido o movimiento antes de ser devorados por un dientes de sable. Por eso, escuchar a alguien a tu lado o que simplemente te jalen la cobija, puede hacer que no duermas profundamente y de forma reparadora.

La higiene del sueño tiene tres principios básicos:

1. Eliminar distracciones
2. Optimizar la comodidad
3. Ser consistente con rutinas y horarios

O sea que, si le preguntas a un experto en sueño te diría que, en estricto sentido, lo mejor para el descanso es dormir solo en un lugar oscuro y sin distracciones.

Sin embargo, nuestra cama es mucho más que solamente un lugar en donde dormimos, es (o debería de ser) un santuario de descanso y de conexión sexual con nuestra pareja. Es ahí donde sucede la mayor parte de la vida íntima: llámese sexo, abrazos, pláticas, actividades juntos como leer o ver la tele antes de dormirse, etc. Por lo tanto, un divorcio de camas no pone únicamente en juego nuestro descanso sino también la estabilidad emocional en pareja. Si le preguntas a una experta en sexualidad, nunca te recomendaría dormir en camas diferentes.

¿Y a quién le hago caso?
Es importante tomar en cuenta todo lo que está involucrado y hacer una lista de riesgos y beneficios para saber cuál es tu mejor opción. Si no estás dispuesto a sacrificar la conexión sexual con tu pareja y dormir a su lado, hay muchas cosas que pueden hacer para mejorar la calidad de su sueño.

Por otro lado, a veces el dormir juntos provoca más desconexión que otra cosa, porque se traduce en rabia hacia tu pareja que ronca todos los días, o porque no te deja descansar y lo único que quieres es aventarla de la cama. La falta de sueño puede afectar emocionalmente tu relación, pero también tener consecuencias físicas como desbalance hormonal, pérdida de libido o disfunción eréctil (no suena mucho a un santuario sexual, ¿verdad?).

Un ejemplo muy ilustrativo: si te digo que pienses en tu comida favorita, tal vez un brownie de chocolate recién salido del horno, tu cuerpo tan solo de imaginarlo empieza a tener reacciones físicas como salivar, o emociones como sentir un antojo irresistible. Lo mismo pasa con tu cama… ¿quieres que tu cuerpo se prepare para tener sexo y dormir bien y bonito? Deja que tu cerebro, inconsciente y conscientemente, asocie tu cuarto en exclusiva con esas dos actividades.

Sin importar si eres team #together forever o #cadaquienlasuya, el chiste es que no pierdas ni el sueño ni el amor. Estas estrategias te pueden ayudar.

Juntos hasta la muerte
Si de plano dormir separados no es opción, hay muchas cosas que uno puede hacer para minimizar las distracciones de la pareja en la noche, como: cama en la que puedan acostarse a leer, a ver la tele, a tener sexo… y después cada uno se va a la suya exclusivamente para dormir.

Para la roncadera: usar tiras nasales o bandas, encontrar la posición en la que menos ronca y usar tapones para los oídos.

Para la movedera: procura tener un colchón que minimiza el movimiento y acuéstense y apaguen la luz al mismo tiempo. Así, si uno empieza como lombriz, será cuando el otro ya esté en el sueño profundo.

Para la desconectadera: su cuarto tiene que ser un santuario de conexión sexual y descanso. Si también es escenario de discusiones, pleitos, cine familiar y home office de forma inconsciente tu cerebro lo deja de asociar con las dos actividades primordiales para las que debe funcionar. ¿Vas a tener un pleito por dinero, sexo o niños con tu amorcito? ¡Váyanse a la cocina!

Juntos pero no revueltos
Si ya tomaron la decisión de dormir separados, hay que tomar medidas extra para no perderle a lo emocional. Algunas formas de hacerlo son:

1. Agenden por lo menos media hora antes de dormir TODOS LOS DÍAS para tener un tiempo de descanso y conexión juntos. A veces esto se traduce en una.

2. Prueben tener uno o dos días a la semana en los que sí duerman juntos. Así hasta les dará gusto oír los ronquidos que extrañaban…o no.

3. Despiértense media hora más temprano y pásense a la cama del otro para tener un momento de intimidad (sea platicando, cooperando o solo durmiendo tantito) antes de empezar su día.

Y pa’ no dejar: ¿cada cuánto se recomienda tener relaciones sexuales? Depende de cada pareja, pero según los expertos es casi indispensable tener una conexión de tipo sexual (de perdida un beso apasionado), por lo menos cada 72 horas.



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