Las historias, reglas y roles familiares que todos andamos arrastrando por la vida sin saberlo y que muchas veces no nos dejan ser y avanzar, tienen un papel fundamental. La presión puede ser tanta que en algún punto… ¡estallamos!
¿Quieres un ejemplo más claro? Después de “pleitos ocultos” y secretos a voces, Los Duques de Sussex, utilizaron su cuenta de Instagram para comunicar de manera oficial su separación de la familia Real Británica, con el siguiente post:
“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros “mayores” de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a Su Majestad la Reina. Es con su aliento, particularmente en los últimos años, que nos sentimos preparados para hacer este ajuste. Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, continuando honrando nuestro deber hacia La Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios. “Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa. Esperamos compartir los detalles completos de este emocionante próximo paso a su debido tiempo, mientras continuamos colaborando con Su Majestad la Reina, El Príncipe de Gales, El Duque de Cambridge y todas las partes relevantes. Hasta entonces, acepte nuestro más sincero agradecimiento por su continuo apoyo”, el duque y la duquesa de Sussex”.
Entonces te preguntarás, ¿CÓMO FUNCIONA LA LEALTAD FAMILIAR?
Todos pertenecemos a una familia y cargamos inconscientemente lo que hay en ella. Aunque una persona viva al otro lado del mundo para evitar a su familia, la sigue cargando inconscientemente. Cada familia tiene una memoria en la que se graban las reglas de vida y las historias de cada uno de sus miembros.
Estamos conectados a esta gran “Memoria Familiar” y lo que hay en ella nos lleva a repetir historias y a seguir roles que nos impiden ser quien somos y crear la vida que queremos.
Algunas de estas reglas se dicen y otras, aunque no se hablan, se sienten. Las historias pueden ser secretas, nadie las conoce más que los involucrados, pero TODO, absolutamente todo queda grabado en la “Memoria Familiar”.
Cuando una persona hace lo que quiere pero que va en contra de las reglas familiares se puede sentir muy mal, con una culpa tremenda, aunque sea ilógico. En cambio, si hace algo que va de acuerdo a las reglas de la familia se siente muy bien, como si se sacara un diez, aunque vaya en contra suya.
Por eso, sin darnos cuenta vamos haciendo lo que nuestra familia quiere en lugar de hacer lo que queremos.
Gran parte de lo que está en la “Memoria Familiar” es un misterio y tiene el poder de controlar nuestra vida como si fuéramos títeres guiados por hilos invisibles. Lo peor de todo, es que ni siquiera nos damos cuenta y de tanto luchar contra eso, terminamos enredándonos más. El 80% de los problemas que sufrimos tienen su origen en lo que ocurre en esta “Memoria Familiar”. A veces estamos tan enredados en estos hilos invisibles que creemos que hacemos lo que queremos cuando en realidad estamos haciendo lo que la familia nos manda. Caemos en roles y en historias de los que no podemos salir, aunque nos causan dolor.
Muchas veces sólo cambian los personajes, pero el cuento que vivimos sigue siendo el mismo.
¿Cuál es la solución para zafarte de tu supuesto rol?
Lo primero es identificar qué rol juegas y por qué. Este es un trabajo de introspección en el que tienes que ser muy honesto con tus sentimientos.
¿Y después de reconocer tu rol?
DATE CUENTA A QUIÉN LE ERES LEAL.
Hazte la siguiente pregunta: ¿a quién le gusta que sea así?, ¿quién en mi familia lo hizo así? Lo común es hacerlo por el padre, la madre, las abuelas o los abuelos. Imagina a estas personas (puede ser una sola), contacta tu corazón y di en voz alta: “Por ustedes lo hago. Por ustedes soy (el rol)”.
SIENTE EL AMOR QUE HAY DE TI HACIA TU FAMILIA AL FUNCIONAR EN ESE ROL.
Centra tu atención en el pecho para contactar el amor que hay en tu ser y diles en voz alta: “Por ustedes lo hago. Por ustedes soy (el rol)”.
DIRIGE ESTE AMOR HACIA LO QUE TÚ QUIERES.
Sigue imaginando a estas personas y diles en voz alta: “Por amor a ustedes he repetido la historia y he sido (el rol). Ya es suficiente. Ahora elijo (lo que realmente quieres), aunque sea algo nuevo para mí.” Ahora imagina que te miran con amor y te dan sus bendiciones mientras tú haces lo que quieres.
AGRADECE TODO LO QUE HAS RECIBIDO DE
TU FAMILIA.
“Gracias por darme sus bendiciones y mirarme con amor cuando yo (lo que quieres)”. Este ejercicio es muy efectivo al decir todas las frases en voz alta, hasta que te salgan con el corazón, imaginando a las personas a quienes se las dices con claridad.
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