Por: Evan Marc Katz
¿Cuántas veces hemos escuchado que a los hombres no les gustan las mujeres fuertes e independientes? Como si tener una carrera profesional o ser exitosa ahuyentara a los pocos prospectos que quedan porque se sienten menos o poco dignos.
El asunto es, que aquellas que son independientes y exitosas tienden a pensar que deben renunciar a ser dulces y amorosas para llegar a lo más alto en su chamba, y eso se lo llevan a su vida personal, cosa que muchas veces, a los hombres que están con ellas, los hace sentir poco apreciados y queridos. Esto no quiere decir que debes cambiar quien eres para encontrar el amor, solo tienes que ser consciente de que puedes ser inteligente y fuerte, pero también cálida, generosa, cercana.
¡NO TE BUSQUES!
La mayoría de las mujeres ejecutivas han tenido al hombre guapo, simpático, rico… lo que la mayoría no ha experimentado es el amor incondicional. Muchas veces están en relaciones en las que no se sienten bien, pero tienden a ignorarlo. Es común que una mujer exitosa esté más concentrada en qué tan atractivo es el perfil de su pareja, que en cómo se siente ella en la relación.
Lo que sucede es que el hombre que están buscando las mujeres independientes y fuertes normalmente se parece mucho a la versión masculina de ellas mismas. O peor, la versión mejorada: más guapo, más inteligente, más rico.
De lo que no se dan cuenta es que todas estas cualidades tienen también su lado oscuro correspondiente. Un hombre exitoso y con dinero no ha logrado su fortuna llegando a las 5:00 p.m. a la casa para cocinar la cena y después darle un masaje a su mujer; un hombre inteligente es probable que sea de opiniones fuertes y siempre quiera tener la razón… y no es que esté mal o que haya cosas correctas o incorrectas; simplemente, si buscan personas con las mismas cualidades que ustedes, encontrar el balance en una relación va a ser una tarea imposible de lograr.
Por eso es tan importante romper paradigmas y cambiar de criterios a la hora de evaluar a una pareja; es decir, tratar de buscar a esa persona que te pueda complementar.
¿Y ESO CÓMO SE SABE?
Tenemos que hacer un examen de conciencia y este ejercicio es básico para que entendamos dónde están las broncas.
Haz una tabla con tres columnas:
LO QUE QUIERO
- 20 cosas mínimo. Describe desde cero al hombre de tus sueños, sin importar lo que los demás piensen
- Sé específica: cómo se ve, a qué se dedica, cuánto gana, en dónde vive, de dónde es, cómo piensa, qué le gusta…
LO QUE NECESITO
- 5 o 6 cosas. Piensa en tus relaciones anteriores… ¿por qué tronaron?, ¿qué necesitas para que una futura relación no falle como la vez pasada?
- Ejemplo: Mi ex tenía problemas para controlar su enojo. Necesito a un hombre que tenga inteligencia emocional
WAIT FOR IT
Cuando hayas terminado de hacer las columnas A y B dándote el tiempo necesario y con mucho cuidado ¡sigue leyendo!
Ahora observa cómo en tu primera columna es muy probable que hayas descrito a un hombre muy parecido a ti: la versión masculina de ti misma. En cambio, en la segunda lista has descrito 5 o 6 cosas muy específicas que sabes que necesitas para que tu relación sea exitosa.
Para cambiar de lente a la hora de juzgar a tu siguiente pareja, te voy a pedir que hagas un acordeón con la segunda lista y siempre lo tengas a la mano. Cuando encuentres a una persona que cumpla con esas 5 o 6 cosas, habrás encontrado a un candidato compatible, y lo más seguro es que puedas establecer una buena y balanceada relación con él.
CEDER VS. CONFORMARSE
Es común que una mujer exitosa se centre más en el físico y lo atractivo de su pareja, en lugar de enfocarse en cómo se siente ella en la relación. Y muchas veces tiene que ver con que siente que se está conformando, con sentir que, si a ella le va bien, es guapa, tiene la vida que quiere, ¿por qué va a estar con alguien “inferior”?
Aquí tienes que poner en una balanza (usando el ejercicio de listas) lo que es realmente importante para ti, puede ser que el físico de verdad sea algo no negociable, pero te da un poco lo mismo si no gana tanto dinero. Si TÚ estás ok con eso, perfecto. Porque también de repente nos dejamos influenciar por los papás, las amigas y quien sea que opine que “cómo tú con tu doctorado, vas a estar con alguien que tiene un tallercito”. Si para ti no es lo más importante, estás “cediendo” pero no te estás “conformando”.
Podemos negociar y a veces perder ciertas batallas o ceder en cosas que queremos y eso está bien. No siempre tu pareja va a ser exactamente como tú quieres; sin embargo, conformarnos con estar en una relación en la que no nos sentimos respetados, aceptados, queridos; esa es otra historia.
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