martes, 15 de diciembre de 2020

Contratos familiares: el vínculo invisible que afecta tu vida

Un contrato es un acuerdo entre dos pares que se comprometen a dar algo y a recibir algo a cambio. Pero en este caso, los contratos no están sobre papel, ni siquiera son verbalizados, es más, ni siquiera están en el plano de la conciencia. Y empiezan desde antes de que nazcas, por ejemplo, el nombre, lo aceptas porque pues así te pusieron, en desigualdad de condiciones, y si te pusieron el del bisabuelo no te queda de otra que llamarte Agamenón Hernández y cargar con el peso de igualar la hombría de un señor que ni conociste.

Todos tenemos eso, yo le llamo LA PAPA CALIENTE porque es un gran concepto que habla de que una parte de ti sabe que es un contrato autodestructivo, que te va a limitar y atar, pero sabes que se transmite de generación en generación. Porque tú como padre estás buscando pasarlo a tus hijos. Así que, por ejemplo, tú educas a una mujer que es la heroína, que tiene una hija y encuentra una posibilidad de pasar la papa caliente. La educa en la valentía y la responsabilidad, como la guerrera porque ese contrato secreto es heredado. Entonces tus hijos son la oportunidad de liberarte de esa maldición y ahora ellos son los portadores de eso. Si no te haces consciente de los contratos, en realidad dominan tu vida y mueres firmando y transmitiendo por generaciones lo mismo.

Contratadito desde chiquito

Acuérdate que todos tenemos un niño interior que se mete mucho en nuestras decisiones “adultas”. Y una parte de ese niño interior no quiere y no va a romper ese contrato, por más que tu adulto consciente lo anhele, lo necesite, le duela, lo limite, ¡no lo va a romper! ¿por qué? porque está en un aparte inconsciente del sistema.

Hay una cosa bien importante que hay que entender, nosotros no los tragamos y está operando en nuestro interior una parte de todo nuestro sistema, hay dos elementos (opuestos) que hacen que eso que te tragas tenga más vida, tenga más poder sobre ti y te chupe más energía.

  • Lealtad, amor incondicional: es este amor de “mi padre era lo máximo”, “mi mamá es una santa”, “mi abuela que sacrificó tanto”, que es el amor de un niño en un proceso fantástico que idealiza a los padres.
  • Enojo, odio, rencor, resentimiento: es el contrario, nos causaron sufrimiento, pero también son combustibles de energía para que tú tengas, reproduzcas y vivas estos contratos secretos.

¿Cómo cancelo el contrato?

No te puedo mentir, no es fácil, porque cuando decides dejar de hacer las cosas de tu contrato te dicen que eres egoísta, malagradecido y hasta te van a echar en cara que si no fuera por ellos ni vivo estarías. En las familias, para atrapar a quien está jugando cierto rol se usan estrategias manipuladoras tremendas. Justo para no dejarlos librarse de ese contrato.

Normalmente, quien lleva a cabo el contrato sabe perfecto cómo llegarte, sabe que operas desde la culpa y la vergüenza, que los chantajes le van a llegar a tu niño interior y va a lograr manipularte. Que estés consciente de que esto puede pasar ya es un primer paso importante. El segundo es conectar con tu niño interior: el que es leal a sus padres, el que quiere pertenecer, el que los ama, los admira, los odia o los resiente por lo que no le dieron. No vas a poder cancelar el contrato si no sabes lo que el niño quiere o busca. Porque es él quien opera cuando te sientes triste o manipulado.

Entonces lo que tienes que hacer es salir de la fantasía, ver con objetividad la situación y te repito, no es fácil. A veces solo con una confrontación terapéutica es posible, porque lo que te uuuurge es que alguien se pare frente a ti y te diga, “¿te das cuenta de que estás actuando como el esposo de tu mamá?” o “¿estás consciente de que quieres que tu esposa sea tu mamá?”. Entonces te cae el veinte. Pero luego entra la negación, “ni modo que no le ayude, ni modo que no esté con él, ni modo que no lo cuide”. Es un proceso salir de todo este enredo.

Es un hecho, todos tenemos contratos secretos, todas las familias tienen nudos emocionales, todos tenemos que trabajar en eso porque si no lo hacemos, si no liberamos esas emociones y no conectamos con ellas, siempre van a gobernar nuestra vida. Tu niño es más poderoso que tú, que tu adultez. Esa conciencia nueva de adulto no es tan poderosa como tu niño, y tu niño lo que a tratar de hacer es mostrarte de todas las maneras que no es buena idea salir del contrato. Y cuando quieras salir, van a darte realidades para que te des cuenta de que no deberías salirte. Entonces estás en una batalla con un oponente mucho más fuerte que tú y que tienes que aprender a conocer muy bine. La clave es el autoconocimiento para darte cuenta, abrir los ojos y romper con esas cadenas.



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