lunes, 29 de enero de 2018

5 situaciones que destruyen a tu familia

¿Por qué se interrumpen los lazos familiares?

Existen sistemas familiares donde el lazo amoroso de vinculación se interrumpió por eventos o situaciones de dolor o vergüenza que bloquearon toda posibilidad de vínculo. Dichos eventos desordenan y desequilibran el sistema, dejando huecos y heridas que, de no ser resuelto, pasan de generación en generación.

El orden precede al amor, sin orden el amor no puede alcanzar a todos los miembros del sistema, no puede envolver las conciencias y se va diluyendo. Así, algunos padres no logran quedarse, los hermanos dejan de hablarse por años, las madres sufren depresiones, las parejas se divorcian, o las familias no logran sentir amor.

¿Qué pasa con el amor en la familia?

Al parecer se escondió tras el desorden.

-La exclusión

Hay eventos en los sistemas familiares que generan un enorme dolor, causado por algún miembro de la familia, para dejar de sentir dolor, tendemos a olvidar y excluir a quienes nos dañan, así se van excluyendo miembros de la familia.

Ejemplo: el abuelo alchólico, el padre que abandonó el hogar, el primo que se quitó la vida, el hijo abortado,

Las exclusiones provocan que el amor no se torne en bienestar y se repitan las historias de los excluidos, una, dos, tres y muchas veces

¿Qué hacemos?

Recuerda a los que amas y permítete sentir el amor, abrázalos con cariño, compárteles amor. Siente el amor y recuerda a los excluídos de tu sistema familiar busca darles un buen lugar. Diles que sientes haberlos excluido y dales las gracias.

Hijos parentalizados

En algunos sistemas familiares los padres pasan por eventos complicados como: orfandad, abuso y pobreza. Entonces el hijo pretende invertir el orden y querer cuidar de su padre como si fuera más grande que él.

Esto lo obliga a crecer rápidamente a renunciar a sus propias experiencias y queda atrapado cuidando del padre al creer que no tomó suficiente de sus propios padres.

Ejemplo: Una madre que le cuenta a su hijo sus problemas de pareja, económicos o las broncas con sus propios padres. O los niños que viven preocupados por lo que les pasa a sus papás, los consuelan, los cuidan, los escuchan.

¿Qué hacemos?

Reconoce a tu hijo como el pequeño y que él te reconozca como la persona grande,Acepta que tu hijo no puede ayudarte con tu tristeza, miedos, problemas. Él no sabe, tú eres el grande.

Tranquiliza tu corazón, agradécele a tus hijos su apoyo, y recuérdales que ya no deben preocuparse por ti, que tú estás trabajando para encargarte de tus asuntos. Tú eres el padre, él el hijo, tú das, él toma.

-La relación de pareja tiene prioridad

Una familia se forma cuando dos personas se comprometen con mayor vínculo. Una pareja se forma del amor. Cuando uno de los miembros de la pareja NO siente este amor, va a buscarlo y en ocasiones a tomarlo de los hijos, los terminan poniendo en medio de la relación; dándoles prioridad sobre su pareja con lo cual los hijos se sienten abrumados y obligados a funcionar como la pareja de aguno de sus padres.

Ejemplo: Los hijos que ocupan el lugar de uno de los padres, el hijo que duerme en medio de sus padres, que interrumpe cuando los padres están juntos o hablando. Los padres que sienten celos por la relación de sus hijos con su padre o madre.

¿Qué hacemos?

Hazle saber a tu hijo que ese lugar no le corresponde, que ese lugar te corresponde a ti o a tu pareja.

-El desequilibrio

En las parejas es importante dar lo que se tiene y puede, lo que el otro quiere y puede recibir, ser capaz de compensar de alguna manera manteniéndose digno y libre. Cuando el equilibrio se rompe quien se sabe acreedor se enoja, se siente grande y con derechos y quien se vuelve deudor vive sintiéndose pequeño y dependiente.

Si alguien sólo toma, se coloca en la posición de niño, si alguien sólo da ocupa el lugar de un padre y así el orden se trastoca, la pareja se transforma en una relación hijo – padre que lástima el autoestima y aleja a la pareja hasta terminar con la relación.

Ejemplo: Cuando quieres que tu pareja te trate como si fuera papá o mamá, esperas que te cuide de la misma forma, etc.

¿Qué hacemos?

Imagina a tu pareja frente a ti, revisa si tu corazón siente amor y agradecimiento por las cosas que recibiste de él o ella, (materiales, emocionales, en aprendizajes), y así dile:“Gracias, las tomó y me encargo de multiplicarlas para entregarlas a nuestros hijos y proyectos. Te pido tomes de mí las cosas materiales, emocionales y de aprendizaje que entregué con amor, para que las multipliques y entregues a nuestros hijos y proyectos”.

-Movimiento interrumpido hacia los padres

Cuando los hijos sienten que sus padres no son los correctos, que les dieron poco, que se portaron mal, que les avergonzaron y lastimaron. Entonces, como mecanismo protector, deciden interrumpir la conexión con alguno de ellos.

¿Qué hacemos?

Lleva a ambos padres en tu corazón, acéptalos tal y como son, con aquellas cosas que te llenan de alegría y aquellas que no te gustan y te provocan rabia, vergüenza o tristeza, reconoce a tus padres, son ellos y no otros. Así pones orden en tu familia y el amor fluye entre sus miembros.



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