¿La envidia corre por tu venas? Tips para liberarte de ella

Si eres de esos que por más que quiere poner buena cara ante una buena noticia de tu pareja o amigos, nomás no puedes y terminas haciendo comentarios súper venenosos, podrías estar cayendo en las garras de la envidia, pero para que esto ya no te pase, lee estas claves para dejar de ser envidioso. ¡Huye de sus garras!

¿Cómo dejar de ser envidioso?

Si quieres algo pero nunca te pasa, pero a todos los demás sí, es probable que te pongas como el Grinch y quieras gritar, pero hay algo que debes recordar, no todo es para todos y debes enfocarte en lo tuyo. Khalil Gibran dijo una vez que el silencio de los envidiosos está lleno de ruidos, oséase que, detrás de cada cosa que le pasa a otros que te molesta, está un secretito que estás anhelando y no estás sacando.

Pero, ya en serio, deberías saber que tu amorcito o amistat no están triunfando para hacerte sentir mal, simplemente están progresando y es OBVIO que tú también lo harás, nomás que cada quien a su tiempo.

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Sin miedo al éxito

Que si ya se compró una casa y tú sigues pagando la renta, pero que si ya trae coche nuevo y tú sigues con tu cacharro, ¡tranquilo! El sol sale para todos y ya te llegará a ti, porque aunque nos enchile, tenemos que aceptar que a lo mejor a nosotros nos cuesta un poquito más porque empezamos después o simplemente porque vendrá algo mejorsss.

Envidia deriva del latín invidia, que justamente significa “no visión”, o sea que no estás viendo con claridad lo que tú sí tienes y los demás no. 

Ok, peeero ¿sí estás siendo envidioso?

Según la psicología hay tres cosas para saber si la envidia reina en tu ser: 

1. Te enfrentas con una persona (o personas) con algo (una posesión, cualidad o logro) que tú no tienes.
2. Te URGE ese algo que el otro ya tiene.
3. Te arde la emoción o emociones que los demás sienten y que, según tú, crees que no merecen.

¿Entonces qué debes hacer si ya viste que sí es envidia?

Ahí te va la voladora, en un libro llamado Old Money, Nelson W. Aldrich Jr nos da una definición i-n-f-e-r-n-a-l sobre el dolor de la envidia, dice que es la sensación casi frenética de vacío dentro de uno mismo, como si la bomba del corazón estuviera succionando aire.

Es por eso que pa’ superarla te mega urge seguir estos pasos: 

1. Reflexiona: piensa en tus propias metas y logros, no sólo para que te des cuenta de que tú también tienes cosas que valorar, sino para desarrollar autoestima y confianza en ti.
2. Practica la gratitud: necesitas dar gracias por lo que tienes y lo que has logrado y por qué no, también por lo que aún llega. 
3. Deja de compararte con otros: recuerda que cada persona tiene su propio camino y el tuyo a lo mejor aún no está listo para que desfiles sobre el, pero una vez que esté, ¡ni te contamos!
4. Sé empático: trata de comprender las circunstancias de los demás, nunca sabes cuándo te tocará estar en esos zapatos.
5. Rodéate de personas positivas: de ahora en adelante, good vibes only, eh. Evita aquellas personas que fomenten la envidia, y lo más importante ¡deja de chismear sobre los demás!. Hija, la envidia está escondida detrás del chisme.

¿Y si lo que tengo son celos?

Si tu pareja es la que genera esta situación, tipo que se va con sus amigos y tú no tienes ni perro que te ladre, lo que necesitas hacer es pasar tiempo de calidad contigo mismo y tal vez inscribirte a alguna clase de algo que siempre hayas querido hacer para que tu círculo de amigos se amplíe. Recuerda que tu vida no depende de nadie más.

La envidia es una emoción natural que nos ha pasado a todos, pero lo importante es que no andemos pensando todo el día en eso y que nos permitamos sentirnos felices por los demás. Cuéntanos, ¿te sirvieron estas claves para superar la envidia?

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