Los ex son como los muertitos: hay que enterrarlos muy bien para que no vengan a jalarnos las patas.
Sin embargo, nunca faltan a los que les encanta necear y al terminar una relación amorosa se instalan en modo viudos inconsolables para poder tirarse al drama flagelándose con los recuerdos. El pequeño problemita con este tipo de viudez es que el ex NO ESTÁ MUERTO; anda vivito y coleando. Pero como el dolido o dolida se niegan a superarlo, pues convierten al ex en algo muy parecido a un zombie.
Y ahí les dejo esta, si ustedes creían que son las damitas las que con mayor frecuencia se aferran al recuerdo de sus ex, entonces permítanme sacarlos de su error, porque de acuerdo con un estudio que se aventaron en la Universidad de Binghamton, en Londres, son las mujeres las que tienen mayor capacidad de borrar de sus pensamientos a un ex para poder superarlo. Aunque la investigación también demostró que es a ellas a las que más dolor emocional y físico les produce un truene. Igual dejó claro que son las féminas las que utilizan de mejor manera las emociones para poder decir NEXT; mientras que los hombres contactamos con una parte jodidamente cavernícola que nos hace pensar que de alguna manera esa persona nos pertenece, lo cual nos convierte en los principales productores de ex-zombies.
Pero a ver. Cuando muere un ser querido se le recuerda con amor, nostalgia, respeto. Y si la pérdida es muy reciente con mucho dolor, pero la lógica y la razón no nos permiten aferrarnos a la idea de que la persona va a regresar, es justo esa cruel realidad la que poco a poco nos hace afrontar el duelo de la pérdida.
En el caso de las personas que han decidido convertir en zombies a sus ex, la vida es un verdadero tormento, porque en el fondo sería más alivianado para ellos ir a dejar flores a su tumba que verlos pululando felizmente por ahí y SIN ELLOS o ELLAS.
¡Ya sé! Suena híper enfermo. Pero según una investigación realizada en Universidad de Oakland, seguir buscando contacto con una expareja podría mostrar indicios de una personalidad psicópata, narcisista y manipuladora. De hecho, la mayoría de las personas que participaron en este estudio aseguraron que mantenían una amistad con sus ex parejas para obtener algo a cambio, como sexo, dinero o compañía, siendo los hombres (otra vez), los que más andamos de buscones.
La buena noticia es que investigadores de la Universidad Freie en Berlín, descubrieron que escuchar rolas tristes es la mejor forma de evitar que convirtamos en zombies a nuestros ex. O sea, hay que echarle limón a la herida. Ya que, de acuerdo a estudios realizados por esta institución, se concluyó que el cerebro experimenta cuatro recompensas cognitivas con este tipo de música: aumento de la imaginación, regulación emocional, empatía y diferenciación de la realidad; que en conjunto detonan emociones positivas y nos ayudan a superar de forma más rápida el truene.
Termina su columna y se compra todos los discos de Adele; por si acaso.
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