martes, 8 de noviembre de 2016

Mujer vs mujer

Es bien sabido desde hace un buen rato de la superioridad del cerebro femenino sobre el masculino, y como en una discusión siempre saldrá perdiendo el hombre, o mejor dicho más enojado; pero esa superioridad en muchos casos puede convertirse en un arma de dos filos, más si la lucha se da de mujer a mujer…

El problema y la ventaja de esta superioridad cerebral se debe a que son las mujeres las que están hechas para “seleccionar” a la pareja en la procreación, la supervivencia, y la evolución de la especie. Haciendo que entre ellas también se seleccionen de manera muy rigurosa y especial.

Por lo que ¿cuántas veces no hemos escuchado decir a una amiga, o a nuestra propia pareja?… ¡Esa Vieja me cae bien gorda!, y los hombres respondemos: “pero si ni la conoces… Acaba de llegar a la fiesta”; pero lo que nosotros no sabemos es que entre mujeres se huelen, se escuchan con profundidad, se escanean y son muy cuidadosas del lenguaje corporal que tienen con las otras mujeres (proceso de selección natural).

El mayor enemigo de una mujer es otra mujer

No hay que olvidar que en las mujeres la depuración de la dopamina es más lenta, por ello tarda más en recuperarse de emociones negativas como cuando se termina una relación; por otro lado la oxitocina que es la hormona del apego está más presente en las mujeres que en los hombres. Y si a esto le sumamos la falta de madurez de la corteza prefrontal por la edad u otras situaciones, nos dará como resultado una mujer que evitara a toda costa el dolor de una pérdida y se aferrará a una relación emocionalmente mediocre.

La hipocresía entre las mujeres  

Pero por supuesto que jamás se lo dirá, ni jamás se lo hará saber “si son la mejores amigas” y entre ellas también hay una dosis de oxitocina que las hace “que se quieran mucho” o mejor dicho que les duela separarse, por lo que se crea una lealtad fantasma.

Por otro lado la densidad de las neuronas en el áreas de Broca y Wernicke en las mujeres son más que en las del hombre, es por eso que hablan más, entienden más, gesticulan más e interpretan más, a lo que siempre se estarán haciendo indirectas entre ellas.

Este tipo de relaciones de “hipocresía” son muy comunes entre las mujeres, más entre adolescentes o mujeres muy inmaduras, cosa que a los hombres los desconcierta mucho ya que ellos no están acostumbrados a ese tipo de relaciones; sin embargo las mujeres aprenden a muy temprana edad a convivir y sobrevivir a ese tipo de relaciones que desafortunadamente las perseguirá por el resto de sus vidas. Algunos estudios han encontrado que niñas de entre 2 años de edad, ya están en relaciones de doble sentido con otras niñas.

Las competencias entre mujeres

El hipocampo de una mujer es hasta 25% más grande que el del hombre, por eso ellas cuentan con mayor capacidad de memoria, haciendo que un recuerdo desagradable no lo olviden tan fácilmente. A lo que muchas mujeres inmaduras les crea un estado de paranoia constante a perder algo que ellas creen que es de su propiedad. Por lo que todo el tiempo se sienten vulnerables y atacadas y por lo tanto atacan primero a los demás (Mujeres neuróticas obsesivas).

Relaciones de hipocresía entre mujeres:

Las relaciones de hipocresía o de doble sentido entre mujeres las van a encontrar en las relaciones de:

  • Hermana a hermana
  • Amiga a amiga
  • Madre e hija
  • Cuñada a cuñada
  • Nuera a Suegra
  • Jefa a subordinada
  • Novia a novia

Y prácticamente en todas las relaciones emocionales en donde tengan que interactuar dos o más mujeres juntas (Nos abrazamos y sonreímos, pero en el fondo no te trago).

La mejor amiga de una mujer es un hombre

Cuántas veces no hemos escuchado decir a una mujer que no tiene amigas, que solo tiene amigos y que ellos si son sinceros y leales. Para un hombre es más fácil relacionarse con las mujeres ya que ellos no son selectivos, y si a esto le sumamos que los hombres tienen una mayor densidad de neuronas en la amígdala cerebral, el tálamo y el hipotálamo; Por eso suelen tener mejor control motor y ser más “promiscuos” (más generadores de actividad sexual) y más visuales. Por lo que los hombres también serán más mentirosos y con un sentido mayor de protección hacia el sexo femenino.

La cura del Mal…

Solo hay una cura para este mal, y es como se habrá dado cuenta al mencionar el córtex prefrontal: “La Madurez”, ya que al formarse la personalidad madura, la mujer comienza encontrar un balance entre cuando actuar y cuando confrontar una situación, o simplemente alejarse de dicha persona que le está agrediendo de manera pasiva. A su vez con la madurez sabrá manejar sus impulsos temperamentales que en el fondo le están provocando cierto grado de ansiedad.

No olvidemos que el tiempo no da la madurez, la madurez llega cuando somos capaces de tener experiencias nuevas y prender de ellas sin culpar a otros, sin quejarnos, y sin hacernos las víctimas de lo que pasó…



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