Ir con tu pareja a un motel no tiene por qué ser algo vergonzoso o que dependa solamente de la necesidad de tener un lugar para cooperar. Para nada, esto puede ser una experiencia divertida, excitante y muy privada. No vayas a creer que namás por ir al motel vas a tener el mejor sexo de tu vida, deja que todo se dé tranquilo y sigue nuestro protocolo para no cagarla.
1. Escoge bien tu motel: hay de todas categorías, pero si lo vas a hacer como algo para avivar la llama y no porque te da miedo que te vuelvan a cachar en el coche, busca uno medio de lujo que esté limpio y tenga sus lujitos. Un room service, un jacuzzi, lo que se te antoje…
2. Decide la ubicación: no es que estés haciendo algo malo, pero no creo que quieras encontrarte a alguien, que seguro va a hacer lo mismo que tú, porque puede ser muy incómodo.
3. También los horarios son importantes: si vas en hora pico (después de las seis en fin de semana) vas a tener que esperar, así que busca un horario menos concurrido y si es planeado, mejor haz una reserva.
4. No te escondas: si crees que con una gorra, peluca o lentes con bigotito estás siendo discreto, llamarás más la atención y todo mundo se dará cuenta de que no tienes ni idea de lo que estás haciendo.
5. Lleva efectivo: otra vez, no estás haciendo nada malo y casi todos aceptan tarjeta. Pero qué tal que no o si tu mamá te paga la tarjeta, pues se va a enterar de tu viajecito.
6. No escatimes en condones: los moteles los venden carísimos y puede que no tengan tus favoritos.
7. Déjate ir: juega, grita, explora. Haz todo lo que tal vez no harías en casa y aprovecha que estás en un territorio nuevo.
8. Vete bien en el espejo antes de salir: si no te dio asquito la cama, tampoco el baño. Así que báñate, vístete bien y no salgas con el rímel corrido o la camisa mal abrochada.
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