Qué días tan feos hemos tenido a nivel acuático. Estaba viendo las noticias y me parece tremendo que coincidan las inundaciones con el Festival de Cine de Venecia. La otra noche pensé que me había quedado dormida y estaba alucinando, porque de las imágenes de rescate en Houston, el Estado de México y la India (donde hay más muertos que los que provocó el huracán “Harvey”), pasamos a George Clooney trepado en una lancha elegantísimo por el Gran Canal. Siempre magnífico.
Ya sé, la vida es muy dispareja. Pero debo confesar que preferí ver la información de la edición 74 de La Bienale que la otra. Espero que eso no me convierta en un monstruo, pero soy fanática del glamour Veneciano (eso no quita que lamente las desgracias, agradezco estar a salvo y les mando abrazos solidarios).
No sé si fue el Rivotril -ponle que me pasé dos gotas- o la emoción que últimamente me embarga porque ‘voló la mosca’, pero casi lloro cuando Ana Brenda Contreras pasó por la alfombra roja. Digo, siempre es conmovedor ver a los mexicanos triunfar en el mundo, pero ella no triunfó ni nada, solo desfiló guapísima porque unos amigos la invitaron. Aunque, conociéndome, seguro me dió nudo en la garganta porque la actriz tamaulipeca es mi vecina y me siento muy hermanada con ella porque a veces la veo en el súper con su novio español Iván Sánchez (no se rían).
Lo que siempre alegra es ver a Javier Bardem, sobre todo cuando se pone camisa azul. Siempre he pensado que si yo fuera una persona muy cercana al actor español y él me preguntara “¿qué me pongo?”, yo contestaría sin dudar: la camisa azul. Y también, si yo hubiera estado en Venecia, le hubiera aplaudido a morir para tapar los abucheos que se llevó por su nueva película “Mother” que compite por El León de Oro. Pero ni estuve ni he estado nunca. Soy una de esas personas que no conocen Venecia en particular, ni Italia en general. Sí, soy un bicho raro poco viajado. Pero domino perfecto la geografía veneciana porque cada año sigo las noticias del festival, los movimientos de la familias Pinault-Hayek y Clooney- Alamuddin (jajaja soy tan ociosa) y la nueva temporada de mi serie favorita -Mozart in the Jungle-. Todo lo anterior, ya sumado, me permite conocer cada rincón como si fuera una lugareña.
Pero como les iba diciendo, creo que la película con Bardem y Jennifer Lawrence gustó poco. Y siento que la actriz ganadora del Oscar ya sabía que le iban a chiflar porque se bajó con mucho recato del taxi acuático. Una de dos: o es adivina o se movía con las precauciones del caso para que no se le salieran las bubis del mega escote.
Pues habrá que ver “Mother” y también la nueva cinta de Judi Dench -se llama Victoria y Abdul- donde sale de una mujer de 68 enamorada de un hombre de 24. Por cierto, doña Judi aprovechó la cita con la prensa mundial para decir que a sus 82 años, todavía disfruta del sexo.
¡Qué bonito! ¡Bravo mi Judi! La inspiración siempre llega por donde menos te la esperas.
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