Normalmente la explicación inmediata que le damos a los celos es la inseguridad, pero entonces ¿por qué alguien súper seguro también siente que podría matar al amigo que le está platicando a su novia en la fila del café? Pues porque así nació.
- No es totaaalmente tu culpa
Sí naces con ellos. Los celos son una característica de personalidad que traes desde que naces. Claro, eso no justifica las escenitas de celos donde pierdes la cabeza, solo significa que algunos los sienten más y más seguido. A esto agrégale factores como la autoestima, lo que te han enseñado a esperar de una pareja, cómo te ha ido en la feria y si eres hombre o mujer.
- Son diferentes a la envidia
La diferencia es muy sencilla: los celos se sienten como una amenaza, miedo e inseguridad de que podrás seguir teniendo lo que tienes y la envidia es querer lo que el otro tiene; puede salud, éxito profesional, cuerpazo, talento o cualquier otra cosa que nos falta en nuestra vida.
- Los hombres son más celosos
A ver, no confundan: que las mujeres tiendan a ser más expresivas no significa que sean las más celosas. ¿Qué creen? Los hombres son los más celosos, ahí les va por qué:
En lo físico y lo sexual, los hombres son mucho más territoriales. Para ellos es mucho más difícil perdonar una infidelidad sexual que una a nivel emocional. Culturalmente (sobre todo en México) existen mayores expectativas de que la mujer sea fiel, por eso es que el factor sorpresa también los puede enloquecer. Y dentro de lo mismo entra el orgullo. Una infidelidad hiere la hombría, el ego y el orgullo.
- Existen tres tipos
Celos sintomáticos: son aquellos que provienen de algún mal cerebral como la paranoia o hasta la esquizofrenia. Evidentemente no son racionales ni se disparan por algún factor externo, al revés.
Celos patológicos: quienes sufren de estos celos son extremadamente sensibles a factores externos por más mínimos que sean. Normalmente provienen de una profunda inseguridad que se generó por algún trauma anterior. Son semi-racionales, pero la reacción se sale de toda proporción.
Celos normales: son parte de la naturaleza humana. Todos en algún momento los sentimos y ni perdemos la cordura, ni son por falta de cordura. El chiste es no dejarlos escalar.
- No se quitan
Es muy poco común que a una persona que es celosa por naturaleza se le quite. Y si se llegan a controlar, calmar o disminuir es con trabajo interno. Es indispensable sentir y pensar que esa persona está contigo porque escoge estarlo y creerte que tú mereces fidelidad. Eso nadie te lo puede dar de afuera hacia adentro.
- El alcohol no ayuda
No te emborraches. Hay estudios que comprueban que en estado de ebriedad es imposible distinguir si tus celos son racionales o irracionales. Por eso aquello de las malacopas monumentales.
suzanne Degges-White es profesora y presidenta del Departamento de Ayuda para Adultos y Educación Superior de la Northern Illinois University, y de la Asociación para el Desarrollo y el Envejecimiento de Adultos, una división del American Counseling
Ilustración por: Daniel Terán
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