jueves, 29 de agosto de 2019

No eres tú, es tu CV

Si solo tienes 30 segundos para conquistar al reclutador, ¿por qué sigues mandando hasta la cartilla de vacunación? Imagínate que, por fin, después de años de buscar a qué querías dedicarte, se abre un puesto en la empresa de tus sueños y tienes todo para que te contraten. Pero en lugar de eso no te hablan porque mandaste un pergamino de cinco páginas pensando que entre más, mayor impacto. ¡No! Entre más breve y conciso sea tu CV, mucho mejor. Ninguna persona de RH se va a acordar del festival de primavera de primero de primaria. Así que aquí les dejo lo NO de los currículums.

1. NO SUPONGAS QUE TODOS TE ENTIENDEN
Es una pesadilla tener que interpretar lo que la gente quiere decir. Todo el mundo infiere que la persona que va a leer su CV va a entender, ¡error! Es muy diferente lo que uno proyecto de lo que el otro percibe. Por eso siempre es recomendable que antes de mandarlo se lo des a alguien más para que lo lea y te diga si es claro o no.

2. NO PONGAS “CURRÍCULUM VITAE”
A ver, si se abre una vacante y aplicas a ella, es obvio que lo que me estás mandando es un CV. No gastes espacio privilegiado para lo que en verdad importa: quién eres profesionalmente. Recuerda que la información más relevante va hasta arriba.

3. NO INCLUYAS FOTO NI TE PONGAS CREATIVO
El foco de atención debe ser tu perfil, tus logros y tu experiencia, no tu apariencia física ni lo bonito que “decoraste” tu CV (a menos que sea tu book de artista visual). Si el reclutador pide foto, pon una reciente (la que te encanta de la prepa no sirve) y DECENTE (no con la caguama en tus últimas vacaciones en Acapulco). Ahora, ponerte creativo con tu CV y usar los logros de las empresas en las que trabajaste, en vez de mencionarlas, da la sensación de que te dio flojera poner el nombre completo y, bueno, usar juegos de tipografías no te puedo ni explicar lo poco profesional que es.

4. NO ES UN LISTADO
En términos concretos, un CV sirve para conocer los logros que has tenido y lo que has hecho, no un reporte de todos los lugares en los que has trabajado. De hecho, 90% de la gente no pone logros porque no los tienen presentes o no considera importante mencionarlos, ¿pooor? Siempre explica qué lograste y cómo lo conseguiste, así se darán cuenta de qué tan efectivo fuiste en el puesto que ocupabas.

5. NO PONGAS HABILIDADES QUE NO VIENEN AL CASO
Lo he visto mil veces: les fascina el listado, eso sí, con sus respectivos bullets, con sus habilidades: liderazgo, creatividad, trabajo en equipo, iniciativa… Así, pelón, sin explicación alguna. ¿Cómo sé que las tienen? Es mejor poner esas cuatro habilidades básicas enmarcadas en una descripción breve. REPITO, breve. “Liderazgo al dirigir 20 personas”, “Trabajo en equipo integrando participantes multiculturales”. Ahí cambia la cosa. Y, por el amor de Dios, NO USES ADJETIVOS CALIFICATIVOS: “Soy excelente para trabajar en equipo”, “soy muy buena para tomar decisiones”, ¿según quién?

6. NO INCLUYAS OBJETIVOS PROFESIONALES GENÉRICOS
Si el chiste es destacar, ¿cómo crees que lo vas a hacer si pones algo general como “cumplir mis metas profesionales”, “desarrollarme en todos los aspectos de mi vida en completo equilibrio”. Si no eres filósofo ni teólogo. Usa un objetivo profesional relacionado con la empresa a la que estás aplicando, que incluya:

  • Qué ofreces
  • Para qué lo ofreces
  • Cómo lo ofreces

Por ejemplo: “integrarme al área de mercadotecnia para implementar campañas de promoción y estimulación en puntos de venta a través de tales herramientas (y pones mínimo dos)”. Esto aplica para cualquier profesión, un chofer podría poner: “ser el responsable de la movilidad de la familia, asegurando las mejores rutas y conociendo la agenda del patrón”.

7. NO ESCRIBAS UNA BIBLIA
Se se llama “resumen profesional”, ¡¿por qué mandan tres cuartas partes de una página?! Un resumen profesional es una especie de teaser de una película, por eso no debe tener más de cuatro líneas e incluir años de experiencia, industrias, áreas y funciones. Por ejemplo: “15 años de experiencia en logística en las industrias de refrescos y panadería en las funciones de coordinación de tiempos de producción y reducción de gastos para negociar con transportistas”. Tan tán.

8. NO LLENES DE RESPONSABILIDADES TU CV
El reclutador ya sabe lo que hace cada área, por eso me pone como loco que incluyan lo que se supone que debe cumplir el perfil del puesto. Céntrense en incluir las responsabilidades en las que destacaron en su empresa anterior. Por ejemplo, si fueron coordinadores, está de más poner algo como “coordinar el equipo de producción”, suena mejor “incorporar más talento al área por medio de la contratación de nuevos especialistas”. El reclutador ya sabe qué busca, no necesita repetírselo.

9. NO USES UN CV CRONOLÓGICO SI HAS CAMBIADO MUCHO DE EMPRESA
No pongas los meses exactos que duraste en cada trabajo (“diciembre de 2001 a enero 2002”, ¡hace más evidente que estuviste solo dos meses!), mejor agrega los años calendario, o sea pon “2001-2002”, y ese periodo podrían ser los dos meses que duraste, pero también da a entender el año. Usa este recurso si te quedaste poco tiempo en una empresa o si llevas un rato sin chamba.

10. NO PONGAS DATOS INNECESARIOS QUE TE PONGAN EN DESVENTAJA
Sí, aún existe la discriminación académica, algo que lamento profundamente, por eso recomiendo no incluir la universidad en la que estudiaste, solo los años que cursaste, el nombre completo de la licenciatura y tu promedio (pero si es menor de 8.5 evítate la pena). De tus datos personales, solo el nombre, teléfono, e-mail y dirección (solo la calle, no la colonia, vivir muy lejos de la empresa puede desalentar al reclutador). Todo lo demás, tu estado civil, si tienes perros o no y el nombre de tus hijos, es irrelevante.



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