Todos tenemos un amigo que termina con su pareja un viernes, se emborracha, dice que la odia y nunca la quiere volver a ver, pero el lunes ya está con ella de nuevo. Y eso pasa una y otra vez durante años. O peor, no faltan los que cortan y cuando no conocen a alguien más, regresan al “más vale malo por conocido”. Esas relaciones, lejos de ser un ejemplo de que el amor todo lo puede, son la muestra perfecta de cómo el ir y venir de rupturas y reconciliaciones nos desgastan a tal grado que acabamos en los huesos emocionalmente.
Entonces, ¿por qué no podemos parar?, ¿por qué queremos estar con alguien que nos dejó? O peor aún, ¿con alguien que TÚ decidiste dejar? Pues porque no nos gusta sentirnos rechazados ni aceptar que nos equivocamos; porque muchos creemos que es mejor estar mal acompañados que solos, en fin, por mil razones que casi nunca son las correctas.
¿Sí o NO?
Las relaciones pueden terminar por desgaste o de manera imprevista, y en los dos casos es válido volver a intentarlo si tenemos la certeza (o nos acercamos a ella) de que eso nos va a hacer crecer. El chiste es poner en una balanza los pros y los contras de la relación en general, no solamente intentar solucionar lo que los llevó a la terminación.
RAZONES PARA NO VOLVER CON TU EX
X Lo amo
X No puedo vivir sin él/ella
X Nunca voy a encontrar a alguien igual
X Es mi alma gemela
X Me hacía feliz
X Teníamos el mejor sexo
X No imagino mi vida sin él/ella
PROS:
Ya se conocen y existe una conexión emocional
Valoras a la persona o te quitas la venda de los ojos
Trabajas en tu confianza
CONTRAS
A veces es un engaño para ti como para la otra persona
Te impide crecer
Se puede convertir en un círculo vicioso
SI HAY MÁS COSAS BUENAS
Querer volver con alguien a quien quisiste mucho es normal. Además, según tú, ya analizaste todas las variables y juras que -si te acepta de regreso- todo va a ser miel sobre hojuelas porque estás seguro de que es la mejor decisión para ambos. Ok, antes de dar el paso, pregúntate:
-¿Por qué tronaron? Obvio, no es lo mismo que haya sido por una discusión sobre qué iban a hacer el fin de semana a que te haya puesto el cuerno con tu mejor amiga.
-¿Esa relación es digna y conveniente para ti? A veces nos da amnesia, empezamos a idealizar a nuestra expareja y se nos olvida todo lo malo que vivimos con tal de no estar solos.
-¿Qué cambió para que crean que esta vez las cosas van a ser diferentes? Si los dos hicieron algo para ser mejor personas y ambos están dispuestos a trabajar, ¡pues a darle!
Los dos quieren volver, ¿ahora qué?
Por si no les ha quedad claro, los dos tienen que estar de acuerdo en volver. Nada de esto tiene sentido si uno está convencidísimo y el otro ni te contesta el teléfono. Pero si están seguros de que es lo que quieren y creen que va a funcionar, aquí van las reglas:
- Tengan una plática honesta. Sí, van a tener que hablar de todo lo que pasó antes y después del truene (a nadie le gusta enterarse después de que salió con tu BFF), obvio, sin ahondar en detalles.
- Vayan despacio. El hecho de que vayan por la toma dos (o tres o cuatro… bueno, ahí ya mejor no) no significa que hagan como si nada hubiera pasado. De alguna forma hay que ver la relación como si fuera nueva porque, aunque ya se conozcan, con el tiempo algunas cosas cambian. Dense tiempo para conocerse y descubrir cómo son ahora, a ver si siguen coincidiendo.
- Trabajen en lo que los llevó al truene. No apliquen la de borrón y cuenta nueva. Trabajen las broncas viejas, no hay mejor momento.
- Sean paciente con la gente alrededor. Si le contaste a tu mejor amigo que esa rata de dos patas de lastimó, no esperes que lo vean con buena cara cuando se aparezca en su fiesta. Mucho menos que tu papá lo invite a la cena de Navidad. No todos van a estar listos para su regreso. Aunque lo mejor hubiera sido no hablar mal desde un principio.
- Cero reclamos y rencores. Dependiendo del motivo del truene, puede que nunca superes lo que sucedió. Si fue por infidelidad, no todo el mundo está preparado para olvidarlo, aunque diga que sí. Cuando el rencor está presente en la relación, no hay manera de que vayan por buen camino. Si decidieron perdonar y seguir, háganlo en serio.
- Sean conscientes de que si algo salió mal, es por algo. No crean que una varita mágica los transformó. Háganle caso a su intuición. Quizá cuando estaban juntos, el amor no los dejaba ver los focos rojos y pensaban que iban a cambiar.
La verdad es que la gran mayoría de las veces no te conviene regresar con tu ex. Cuando algo acabó, y probablemente acabó mal, es por algo. De cualquier forma, es decisión tuya y de nadie más (bueno, solo de tu ex) si le das una segunda oportunidad a esa relación; pero si lo haces, debes tener mucho cuidado y estar preparado para que no sea un nuevo tropiezo con la misma piedra.
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