En una relación sana, generalmente se toman decisiones en conjunto, puede haber discusiones pero se solucionan de la mejor manera y ambos disfrutan de la compañía del otro. Las relaciones tóxicas son otra historia. En una relación tóxica, te puedes sentir constantemente agotado o infeliz después de pasar tiempo con tu pareja. Y aunque las relaciones no son lo mismo después de un tiempo, si la relación ya no se siente agradable, aunque todavía amas a tu pareja, por alguna razón, siempre parece que hay algo mal y parece que no pueden dejar de discutir. Te presentaremos algunas señales tóxicas y qué hacer si reconoces alguna en tu relación
Falta de apoyo: las relaciones saludables se basan en un deseo mutuo de ver al otro triunfar en todas las áreas de la vida, pero cuando las cosas se vuelven tóxicas, cada logro se convierte en una competencia.
Comunicación tóxica: en lugar de amabilidad y respeto, la mayoría de las conversaciones están cargadas de sarcasmo o crítica. Incluso puede que comiences a esquivar sus llamadas, solo para descansar de las peleas.
Envidia o celos: es normal experimentar un poco de envidia de vez en cuando, pero puede convertirse en un problema si impide que pienses positivamente sobre los éxitos de tu pareja. Lo mismo ocurre con los celos, cuando conducen a sospechas y desconfianza constantes, pueden comenzar a desgastar rápidamente la relación.
Comportamientos controladores: ¿tu pareja te pregunta dónde estás todo el tiempo? Y encima, ¿se molesta si no contestas de inmediato? Este comportamiento puede originarse por celos, falta de confianza, o una necesidad de control, contribuyendo a la toxicidad de la relación.
Resentimiento: con el tiempo, la frustración o el resentimiento pueden acumularse y crear un abismo en la relación. Ten en cuenta que si no hablas cuando algo te molesta, o sientes que no puedes confiar en tu pareja, tu relación podría ser tóxica.
Deshonestidad: Si constantemente sientes la necesidad de mentirle a tu pareja, ya sea porque quieres evitar pasar tiempo juntos o porque te preocupa cómo reaccionará si le dices la verdad.
Patrones de falta de respeto: llegar constantemente tarde, “olvidar” eventos, entre otros comportamientos muestran una falta de respeto por tu tiempo. Recuerda que algunas personas realmente pueden tener dificultades para hacer y mantener planes a tiempo, por lo que puede ser útil hablar al respecto, si no es intencional, seguramente notarás una mejora.
Ignorar tus necesidades: aceptar cualquier cosa que tu pareja quiera hacer, incluso cuando va en contra de tus deseos o nivel de comodidad, es una señal segura de toxicidad.
Relaciones perdidas: si has dejado de pasar tiempo con amigos y familia, ya sea para evitar conflictos con tu pareja o para evitar tener que explicar lo que sucede en tu relación.
Falta de autocuidado: en una relación tóxica, es posible que dejes de lado tus hábitos habituales de cuidado personal, que ya no “tengas tiempo” para tus pasatiempos, descuides tu salud o sacrifiques tu tiempo libre. Esto puede suceder porque no tienes energía para estas actividades o porque tu pareja desaprueba cuando haces algo tuyo.
Mucha gente asume que las relaciones tóxicas están condenadas al fracaso, pero no siempre es así. ¿El factor decisivo? Que las dos partes estén dispuestas a cambiar.
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