lunes, 8 de octubre de 2018

¿Tu relación es sana o raya en lo tóxico?

A pesar de todo el aprendizaje y las experiencias que nos pueden dar ciertas relaciones, hay algunas que lejos de hacer que seamos mejores personas, que construyamos una identidad y crezcamos, nos atoran en círculos viciosos que nos acaban por desgastar y nos pueden hasta destruir.

Tener una pareja no tiene por qué ser un ancla, al contrario, una buena pareja es alguien que nos impulsa a desarrollarnos en todos los aspectos, no alguien que nos frena. Pero no todo es blanco y negro, pues podemos estar parados dentro de una gran escala de grises, dependiendo del tipo de relación, el momento en el que esta se encuentra y de las circunstancias que nosotros mismos estamos atravesando.

¿Cómo sé cuando ya estoy en niveles de enfermedad y necesito ayuda?

-Necesidad de afecto fuera de control, te carcome
– Se basa en la necesidad extrema de ambos de no estar solos
-Solo se ven valores distorsionados por la idealización del otro
-Uno siente plenitud solamente en compañía del otro y vive en pánico de perder ese sentimiento
-Su pasión es desbocada por esa enorme necesidad afectiva
-Su sexualidad es compulsiva, pero no necesariamente de alta calidad
-Sensación de haber encontrado el amor ideal
-Viven (o uno de los dos) con miedo a que se termine la relación, por eso siempre quieren estar juntos
-Necesitan estar juntos todo el tiempo y si no, es un sufrimieeento…

¿Cuál es la base de las relaciones?
Según la teoría triangular del amor,
de Robert Sternberg, hay tres ejes que dirigen una relación:

INTIMIDAD: la conexión emocional, o sea, la confianza, la amistad y el afecto.
PASIÓN: la conexión física y el deseo sexual.
COMPROMISO: el grado de decisión de una pareja de “estar”, a pesar de los altibajos.

La manera en la que se conjuntan determina los tipos de relación que se pueden establecer. Sea por la razón que sea -necesidades insatisfechas, temores infantiles, construcción idealizada de tu self-, detectar si sigues un patrón en tus relaciones amorosas te ayuda a comprender los efectos que generan en ti y te abre la posibilidad de romper círculos viciosos y construir círculos virtuosos o terminar una relación destructiva.

¡¿Qué queremos todos?!

Una relación equilibrada está formada por dos personas completas, contentas con ellas mismas, que se apoyan mutuamente y cuando se necesita, son un gran apoyo pero jamás se cuelgan uno del otro. La relación les abre las puertas a los dos; el amor lo sayuda a que cada uno crezca como persona.

En cierta medida, todo enamoramiento se sustenta en proyecciones, faltas, carencias y muchas otras cosas. Aprender a transitar hacia un buen amor no solo aporta madurez, también nos permite actualizar nuestra biografía, superar fijaciones o resignificar nuestra historia.



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