Lamentablemente, las matemática todavía no te pueden decir cómo ser mejor en la cama, pero sí hay algunas estadísticas que te pueden interesar:
Aquí hay gato encerrado:
Según encuestas, las mujeres heterosexuales tienen, en promedio, siete parejas sexuales, mientras que los hombres, trece. Eso nos hace detenernos un segundo por la duda…
¿Qué no supuestamente hay la misma cantidad de mujeres y hombres en el mundo? Entonces esto sería imposible. Aquí solo hay una explicación: alguno de los dos miente. Y quizá no a propósito, sino que los hombres tienden a redondear los números, a hacer un promedio, mientras que las mujeres los cuentan uno por uno (y quizá olviden a Juanito el de la secu o a Pedrito el de la natación).
Esto lo descubrieron científicos suecos en 1996, pues lo número de los hombres casi siempre era divisibles entre cinco.
O mucho o poco…
La comunidad científica se interesa por un fenómeno de distribución llamado ley de potencias. Es decir: que no haya equilibrio entre un resultado y otro, que dos puntos estén súper polarizados. Y, tratando de encontrar áreas que respondan a este patrón, se dieron cuenta que el sexo es una de ellas: la gente que tiene pocas parejas sexuales es la mayoría, pero hay unos cuantos que tienen muchísimas y se vuelven nodos.
Y mientras más tienen, más posibilidades hay de seguir consiguiendo más. En Twitter también se ve este caso extraordinario: las personas con más seguidores, son las que crecen y crecen y crecen.
Suena divertido, pero el problema viene con las enfermedades de transmisión sexual. Si el “nodo” no tiene precaución, mira a toda la gente que se puede llevar entre las patas:
Pero no todo es gris. Lo padre de esta teoría es que una vez que sabes dónde está el nodo, puedes prevenir y tratar de forma mucho más eficaz toda enfermedad que sea contagiosa. De hecho, así han actuado los gobiernos frente a epidemias como el ébola.
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