Por Alejandra Ortiz Medrano
POR LOS OJOS
El amor sí entra por los ojos, pero de una forma que ni imaginas cuando, según tú, te arreglas para ligar. En gustos se rompen géneros, pero hay algo que a todos los humanos nos atrae: los cuerpos y caras simétricas. Ser simétrico no significa matarse en el gimnasio, sino que vienes de un embarazo sano y que traes buenos genes.
LA VOZ
Cuando hablamos con el o la que nos gusta, nuestra voz se vuelve más grave, y eso es más agradable para quien nos escucha. Los estudios dicen que los hombres prefieren voces agudas porque se asocia con el nivel de estrógeno de la mujer, mientras que ellas prefieren vozerrones por el grado de testosterona que advierten.
¡QUÉ RICO HUELES!
El olfato influye mucho cuando piensas “con este bombón hasta el colchón”, nada tiene que ver el perfume, son las feromonas y la información que dan sobre tu genética. Nos atraen los olores de personas con proteínas de inmunidad distintas, porque la combinación tiene el potencial de dar hijos más sanos y fuertes.
A QUÉ SABEN TUS BESOS
¿Dudas si sí o si no? La prueba de fuego es el primer beso. Si es bueno, el cerebro se vuelve loco, dispara una bomba de químicos que nos ponen en un estado similar al de la heroína. La sangre se llena de norepinefrina, hormona que mejora la memoria. El corazón late más rápido, la noción del tiempo se distorsiona, las pupilas se dilatan y tu organismo libera glucosa para obtener más energía.
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