martes, 10 de abril de 2018

¿Por qué nos enamoramos de imposibles?

Dicen que no existen los amores imposibles, sino personas que no están dispuestas a pelear por el miedo que les causa desafiar paradigmas sociales.

Pero, ¿qué hace de un amor algo imposible? La intención de definirlo, radica en que existen muchas razones que hacen que un amor sea “prohibido”, y depende de estas el camino hacia la decisión.

Posiblemente se trate de una situación que afecta a otras personas y que podría herirlas si se materializa ese amor. Quizá se deba a que el amor surgió en dos personas que están comprometidas con otra relación o se trata de una situación donde existe una relación laboral, familiar o social que complicaría mucho la permanencia de alguno de los dos; de ambos en su trabajo, núcleo familiar, etc. Posiblemente tenga que ver con aspectos relacionados al género, edad o condición social.

A partir del contexto, es importante valorar si los factores que imposibilitan ese amor tienen un peso mayor que el beneficio que podría brindar la relación, o si se trata de desafiar reglas sociales que hemos aprendido a lo largo de la vida y que quizás nos estorban para realizarnos y no nos ayudan a alcanzar nuestra felicidad. La censura social es un aspecto determinante a la hora de etiquetar un amor como “imposible”. Por ello, es importante evaluar nuestra escala de lo que es “correcto” e “incorrecto” y preguntarnos si realmente es posible realizar un juicio de valor. Lo que es “correcto” para ti, quizás no lo es para otra persona.

Pero quizás el amor imposible es mucho más que eso. Primero deberíamos preguntarnos por qué nos enamoramos de imposibles y qué función cumplen en nuestras vidas.

En primer lugar identifica si enamorarte de un imposible es una fuga para no resolver alguna situación presente o no comprometerte con una relación. Muchas veces, idealizamos a otra persona pensando que él o ella es la solución a nuestros problemas y necesidades.

Es indispensable ver realmente al otro, conocerlo como es y aclarar en nuestro interior si nuestros sentimientos son sólidos. En ocasiones, el amor imposible funciona como un reflejo de ti mismo que tiene que ver con tu deseo de libertad, con lo que quieres para tu vida o con tu yo interior que no has dejado salir porque te has enfocado a cumplir con reglas sociales rígidas. Quizá tu amor imposible es una reacción de esa intención tuya de ir más allá, de demostrarte a ti mismo que eres más de lo que crees, que puedes ser distinto y que tienes ganas de vivir. En este sentido, independientemente de si llega a materializarse ese amor o no, la función que cumple en tu vida es la de enseñarte aspectos de ti que no conocías.

La decisión a la acción tiene que partir de identificar qué es lo que te hace sentirte atraído por esa persona. ¿Ese alguien puede agregar algo a tu vida que te ayudará a encontrar mayor felicidad?, ¿se trata de un reflejo de características de ti mismo que no conocías? A veces hay que atreverse por el amor imposible. A veces es necesario reconocer que la vida te pone enfrente oportunidades que no regresan y que aun cuando la decisión vaya en contra de los estándares sociales, tomarla puede llevarte a lograr algo mejor. Para tener algo fuera de lo normal, se tienen que hacer cosas fuera de lo normal. Es cuestión de preguntarte, ¿qué quieres para tu vida y qué te dará mayor felicidad?

Los amores imposibles duelen, por ello es importante definir tu postura al respecto. En cualquier decisión que se toma hay que ser consciente de lo que dejas o “pierdes”. Elegir es renunciar a otra opción. Cuando decides, siempre ganas algo y pierdes algo. Con ello en mente la decisión debe tomarse desde tu yo en equilibrio para tener claro qué prefieres en este momento de tu vida y si estás dispuesto a asumir las pérdidas que conllevan la elección. Recuerda que esta vida es lo que tú quieras hacer de ella, y al ser tan breve debes enfocarte en ser feliz, ya sea que eso implique dejar la puerta cerrada o dar el salto y apostarle al amor.



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