La vida moderna es cada día más acelerada, vivimos altos niveles de estrés por diversas causas. Desde el tráfico del traslado casa-trabajo, pasando por los pendientes de la oficina, inundaciones, extensas jornadas laborales y un sinfín de cuestiones.
El estrés se ha convertido en un compañero habitual para la mayoría de la gente. Además, la tecnología en gran medida ha favorecido que las personas “todo el tiempo” estén disponibles, es decir, que fuera de las horas de trabajo se tiene que estar alerta y pendiente para atender cualquier urgencia laboral, mensaje, llamada o correo. Dejar el trabajo en el ámbito laboral, es prácticamente imposible.
La línea de trabajo/vida personal se hace cada vez más difusa, por ello, los casos de altos niveles de estrés aumentan año con año. Los mexicanos son las personas que más horas laboran anualmente con 2,246, mientras que en países como Alemania trabajan 1,371 horas, según datos de la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económico (OCDE).
Trabajamos casi el doble que los alemanes. Pasar demasiadas horas en el trabajo no significa que seamos más productivos. Con estas jornadas laborales la vida personal se ve afectada, la gente labora cansada, estresada, fatigada e incluso fastidiada, a tal grado de caer en el síndrome de burnout.
El síndrome de burnout se traduce en agotamiento mental, estrés crónico, cansancio físico, falta de energía y motivación. Genera estrés en los ambientes laborales, en las extensas jornadas y la vida personal de los empleados que prácticamente se vuelve nula.
Esto se ve reflejado en una baja productividad, ya que la persona se siente fatigada, pierde interés y en algunos casos manifiesta una sensación de vacío. Dejan de preocuparse por sus familias y amigos, las actividades fuera del trabajo disminuyen. Aumenta el absentismo porque las enfermedades se hacen más frecuentes.
Es algo que no se puede tomar a la ligera, pues es detonante de otros problemas de salud más graves, en casos más extremos las personas llegan al suicidio.
Causas
- Largas jornadas laborales
- Sobrecarga de trabajo
- Falta de oportunidades de crecimiento
- Desvalorización del puesto o del trabajo realizado
- Falta de incentivos y capacitación
- Bajos niveles de desafío, autonomía, control y retroalimentación sobre resultados.
- Alineación entre los objetivos y valores del trabajador con los de la empresa.
Consecuencias
- Las consecuencias del síndrome de burnout trastocan todas las esferas de la vida del individuo.
Salud
- Depresión
- Ansiedad
- Frecuentes cambios de humor
- Estrés crónico
- Fatiga
- Problemas de sueño, insomnio
- Deterioro cardiovascular
- Úlceras y otros desórdenes gastrointestinales
- Pérdida o incremento de peso
- Dolores musculares
- Migrañas
- Alergias
- Asma
- Problemas con los ciclos menstruales o incluso
Social
- Poca interacción con sus compañeros de trabajo
- Aislamiento, la gente lo evita porque siempre está de mal humor
- Nula vida personal
- Problemas con sus compañeros, amigos y pareja
Trabajo
- Poca productividad
- Ya no trabaja como antes
- No tiene objetivos
- Toma de decisiones erróneas
- Actitud negativa con sus compañeros, el ambiente laboral se torna tóxico
- Aumento de absentismo
- Falta de motivación y compromiso
- Renuncia
Se trata de un círculo vicioso que afecta en todo sentido a la persona, al tener poco tiempo se lleva una mala alimentación, casi no come, para calmar el estrés se refugia en el tabaquismo y/o alcoholismo, en ocasiones en fármacos o drogas, duerme pocas horas al día, porque siempre tiene trabajo que atender.
Para evitar el síndrome de burnout es recomendable desprenderse de la oficina realizando otras actividades como el ejercicio, tomar alguna clase de interés, salir a caminar, pasear al perro, escuchar música, leer un libro, realizar viajes cortos los fines de semana y lo más importante: dormir bien y llevar una dieta balanceada.
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