jueves, 31 de octubre de 2019

¿Cómo te afecta el nuevo ciclo de mercurio retrógrado?

Mercurio es el planeta que representa todo lo relacionado con la comunicación, el transporte y cualquier proceso que implique coordinación. Por este motivo, cuando está retrógrado, pues estas actividades tienden a cuatrapearse. Son posibles los retrasos en general, las confusiones, los enredos telenoveleros, las pérdidas de objetos personales y todo tipo de despistes.

 

Obviamente, lo mejor es posponer –en la medida de lo posible, sin fanatismos– las juntas importantes o la firma de contratos. El lado positivo de este tránsito en reversa es que tendremos la oportunidad de ajustar los detalles de nuestros planes para que después del día 20, podamos reactivar lo que se quedó en pausa y, ahora sí, avanzar sobre seguro. Se nos auguran 21 días ideales para meditar y estar más conectados que nunca con nuestra voz interna, lo cual nos puede ayudar a tomar mejores decisiones en todas las áreas.

 

Esto es el significado de Mercurio retrógrado en general, si quieres checar qué implica este tránsito en específico para tu signo, échale ojo a estos tips:

 

Aries

Antes de sacar conclusiones sentimentales azotadas y sufrir por celos o inseguridades, aclara las cosas con tus seres queridos.

Tauro

Cuida tu manera de comunicarte y mantén una buena sintonía con quien estés en alguna asociación sentimental o de negocios.

Géminis

Diséñate días lo más sencillos posibles, porque si intentas resolver mil pendientes en sólo 24 horas, lo más seguro es que las cosas se compliquen.

Cáncer

Tus palabras o actitudes podrían ocasionar dramas innecesarios, o sea que mejor desahógate en privado o con gente de tu total confianza.

Leo

Mantén una actitud pacífica y conciliadora con tus familiares y ahórrate conflictos innecesarios. Por ahora no te comprometas a más en el amor.

Virgo

Cuida tu trato y relación con las personas con quienes colaboras o convives cotidianamente, para mantener un ambiente armonioso en tus entornos.

Libra

Cuida tu dinero administrándote mejor, evitando gastos importantes y ahorrando; evita salir a la calle con mucho dinero y deja tus tarjetas en casa.

Escorpión

Mercurio retrógrado en tu signo te pide que le pongas atención extra a todo lo que haces o dices. Pospón los trámites complicados y evita en lo posible las conversaciones importantes.

Sagitario

Apúntalo todo y ponte alarmas que te ahorren problemas porque tu lado olvidadizo estará a mil. No tomes decisiones importantes hasta que se despeje la confusión.

Capricornio

Respalda tu información y cuida al máximo tus gadgets. Si trabajas en equipo, sé paciente con quienes no vayan a tu ritmo y cultiva tu buena relación con todos.

Acuario

En tu trabajo podría haber algunas noticias desmotivantes, pero no te las tomes demasiado a pecho porque si eres paciente y profesional todo acabará arreglándose.

Piscis

Pon los pies en la tierra y evita invertirle demasiada energía a aquellos proyectos que tengan pocas posibilidades de realizarse. Si viajas, ten extra cautela con todo.

 



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martes, 29 de octubre de 2019

¡Deja de ser la víctima en todas tus relaciones!

Es obvio que un victimista no necesita a otro que juegue el mismo papel, sino a alguien que lo rescate o lo castigue, para justificar un estado de victimización perpetuo.

SI ESTÁS CON ALGUIEN QUE SE HACE LA VÍCTIMA: checa qué papel juegas tú en esta trama macabra. Si eres rescatador empieza a dejar poco a poco que tu pareja se haga cargo de sus propios asuntos. Es muy tentador sentirse indispensable, pero recuerda que estás contribuyendo a su “discapacidad emocional”. Si eres persecutor, date cuenta que tus exigencias y tus regaños solo empeoran las cosas. No dejes de decirle que necesita ayuda, pero no lo hagas echándole la culpa de su estado. Mejor acompaña a tu pareja a buscar ayuda y, si de momento no quiere ir, ve tú para que te ayuden a entender cómo dejar de jugar al “papá” o “mamá” regañones.

¿Y SI SOY YO?

IDENTIFICA ANTE QUÉ SITUACIONES O CON QUIÉN ASUMES UN ROL DE VÍCTIMA. ¿Con quién te quejas más? ¿De quién buscas más compasión? ¿A quién acudes para contarle algo “malo” que te hicieron? ¿Dónde te sientes más víctima, en la oficina, en tu casa, con tus papás?

PREGÚNTATE “¿QUIERO VIVIR ESE ROL?” Si tu respuesta es sí, entonces disfruta tu actuación, considerando las consecuencias. ¿No? Entonces, comprométete y cambia.

CAMBIA EL CHIP. Recuerda que el cambio no significa que debas modificar a los demás, significa que TÚ decidas responder de forma diferente ante un estímulo, logrando más tranquilidad y, sobre todo, menos toxicidad emocional. Tal vez tu jefe sigue hablándote igual de golpeado, pero tú decides si respondes con una sonrisa en vez de quejarte con el primero que se te ponga enfrente.

¡CAMBIA! Reflexiona si hay algo que debas cambiar y sé valiente para ajustar lo que debas. A la mayoría de las personas nos gusta estar con gente positiva y alegre, y esto no significa que vayamos por la vida negando nuestros problemas, sino que tengamos una actitud de aceptación y responsabilidad ante ella.



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lunes, 28 de octubre de 2019

Thalía se confiesa con la Jefa

POR MARTHA DEBAYLE

Mi equipo no dejaba de hablar sobre sus niveles de energía: “Thalía no para, es impresionante. Es igual que tú, parece que no se cansa nunca”.

Ya sentadas desayunando le pregunto desde cuándo vive por donde estamos y me cuenta que se ha cambiado mil veces de casa.

 

“¡Trece veces! Con mi madre yo me cambié 12 veces en toda mi vida, como gitanas de allá pa’ acá. Cuando conocí a Tommy, yo dije, ‘ay, esto ya se acabó, por fin, una casa y ya’, ¡y no! Agarramos una, le vamos añadiendo, la vendemos y nos vamos a otra y decimos, ‘ay, qué padre está, ya nos quedamos aquí, y de repente es de, ‘se me antoja otro estilo, ¿a ti? A mí también’ y nos vamos”. Me confiesa que tienen como esta adicción a construir, decorar, perfeccionar y, luego, a la siguiente aventura.

 

Lo cual me lleva a deducir que Tommy y ella son más que una pareja; son cómplices, amigos, compañeros, socios y esposos. En 1998 los Estefan les armaron un blind date que según Thalía iba a ser de cinco minutos y ya llevan 19 años casados. Así que le pido que me describa quién es él para ella.

 

“Tommy es el mejor compañero de vida. Nos hemos complementado de maravilla. Llegamos en un momento en que los dos necesitábamos sentirnos relajados y protegidos. Cuando nos encontramos fue como, ‘aaah, puedo respirar, puedo ser yo y si me caigo sé que va a estar ahí como red de trapecista’, y yo igual para él”. Me cuenta que a los dos les apasiona la música y que tanto su carrera como las que ha diseñado Tommy para otros artistas, han hecho que sepa, literal, muchísimo sobre música. “¡No lo puedes contener! Sabe de arreglistas, músicos, productores, es increíble. Se sienta en el estudio y empieza con el ingeniero, ‘plug this cable in the machine. No it’s not giving me the effect, try this channel, maybe use the guitar channel…ok that’s cool’. Tommy tiene unas ideas y unos atajos que solamente él. De eso yo aprendo y le pido su opinión, pero jamás me impone cosas”.

 

Dice que él, como buen neoyorquino del Bronx, es súper directo, súper práctico y la empuja mucho. Me cuenta que cuando va a sacar algo, él le dice:

 

“no le des tantas vueltas, este sonido está increíble. ¿Para qué quieres seguirle produciendo si la maqueta así está poca madre?, entre más le pones, más se difumina. Así está chingón, ¡lánzalo! Next!”

 

Me fascina que me dice que los dos son muy ambiciosos y conectan mucho en eso. Han formado un imperio juntos, solamente hablando de Broadway, han hecho Jersey Boys, que está de gira, A Bronx Tale y Donna Summer. Están juntos pero no revueltos, porque cada quien puso su lana y ese individualismo que pueden ejercer juntos ha sido la fórmula para el éxito.

 

“Hoy estoy en una tienda americana tan emblemática como lo es Macy’s, representándonos en el mundo de la moda, accesorios, ropa, zapatos, atendiendo a nuestra comunidad. Me tomó cinco años en reuniones lograr que entendieran el mercado para que entráramos de full a esa tienda. Es sentarte con el consejo y convencerlos de que esto es lo que necesita su tienda, que nadie lo está haciendo y finalmente, ¡lo logramos! Cinco años”. Esto me hace aún más sentido cuando le pregunto cuál es el consejo de negocios más importante que le ha dado su esposo: “Persistencia, persistencia, persistencia”, me contesta. Y pues claro, ahí está el resultado.

 

Pero el hecho de que hayan formado esta power couple, como dicen los gringos, no es la única razón por la que Thalía hoy vive en Estados Unidos y tiene lo que tiene: ella está convencida de que estaría viviendo algo parecido sin Tommy, por como era su mamá. Me cuenta que era una empresaria de pies a cabeza.

 

“Desde que mi padre murió y se enfrentó al mundo sola, ella fue una empresaria entera, leonina. Se ponía al tú por tú con to- dos, iba en contra de la marea. En aquella época, imagínate, una mujer de negocios metiéndose en un mundo de hombres, ¡IMPOSIBLE! Y a ella lo único que le faltó fue el idioma. Yo antes de conocer a Tommy, tenía todo listo y organizado. Casa en Bel Air, mi agente, contra- tos, viajes, giras, todo listo y en movimiento. A mí no es que me vinieran a hacer un favor o empujarme”.

 

Nos carcajeamos de que mucha gente piensa que la agarraron de María Mercedes, pero me jura que esa carrera internacional ya estaba en movimiento. Lo más fácil es creer que a la gente le pasaron las cosas por suerte o porque su marido le pagó todo, en lugar de ponerse a chambear por conseguir sus sueños. Pero me insiste en que no le importa, porque “bendito sea Dios por sus amados fans” que sí tienen memoria presente de su carrera y vida.

 

“Ellos son los que callan bocas con datos puntuales, fechas, eventos, discografía, etc. Sacan a la memoria colectiva videos de mis viajes a lugares como Filipinas, Brasil, Indonesia, Grecia, ¡y son tajantes! ‘No, no, no. Él no la hizo, él no la internacionalizó, aquí es- tán las pruebas’, les contestan. Siempre hay bitácoras humanas que son los que han estado desde mis inicios a mi lado; mi gente de hueso colorado”.

 

Su mamá, Yolanda Miranda Mange, se murió un viernes 27 de mayo del 2011, de un derrame cerebral a los 76 años. Volvemos al tema y quiero que me cuente más sobre cómo era. Le veo sentimientos encontrados en los ojos, entre que se le iluminan y se le llenan de extrañamiento.

 

“Fue un maestro de vida, uno de mis grandes gurús. Como lo es Jesucristo, como lo es Dios, como lo son personas puntuales en tu vida que te hacen crecer y aprender. No era de esas mamás que te resolvía todo, como que se esperaba hasta que la cagara y me decía qué hubiéramos hecho diferente: ‘Bueno, aprendiste porque te caíste, ahora, vamos por todo y vamos por más, si quieres… y si no, dedícate a ser bióloga o criminóloga como tu padre, que te encanta, o dedícate a otra cosa y yo te empujo. Yo voy contigo hasta el final, pero si vas a seguir aquí no te me derrotes. Y si tenemos que cerrar la casa, agarrar maletas, irnos a otro país, nos vamos’. Esa era mi mamá”.

 

Le pido una historia muy cañona de ella:

 

“Uy, cariño, todas. Ella llegaba a William Morris, una de las agencias de representación de talento más importante de Estados Unidos, con los ejecutivos congregados, esperándonos y la mujer sin hablar inglés pedía su intérprete y les decía ‘a ustedes les conviene esto y a mi hija aquello. No me están haciendo ningún fa- vor, la que les está haciendo el favor soy yo’. No la paraba ningún idioma, ningún nombre, ningún puesto, nada”. Por supuesto la estoy viendo hablar con esta pasión y no me imagino cómo le está haciendo para vivir sin ella, pero me asegura que sigue aquí. “Mi madre es una energía imparable, porque a pesar de no estar en este mundo físico, su energía se hace presente. Yo creo que cuando tú dejas este plano, dejas tu disfraz, tu traje, tu cuerpo; pero tú, la que piensa, la que siente, la voz interior, la que te va guiando, esa alma, sigue latente, sigue viva”.

 

Me cuenta que siempre busca la forma de mandarle señales cuando no sabe qué hacer.

 

“Se me aparece de alguna manera, un post con una frase ideal para ese momento, un pájaro que se para cerca de mí, una brisa suave. Como que busca esas señales donde yo ya estoy conectada. Uno también tiene que estar alerta para recibir ese tipo de comunicaciones”.

 

Después de todo esto, me queda claro que fue una pérdida fuertísima, casi imposible de aceptar. Lo bueno es que Thalía es de nuestro club, una fiel creyente y amante de la terapia. De hecho empezó a ir a los 6 años por el trauma que le dejó el haber creído que ella había sido culpable de la muerte de su papá.

 

“Dejé de hablar un año entero, o sea, me quedé totalmente muda por un año, porque cuando mi madre me llevó a verlo al hospital, él estaba súper delicado, ya muriendo en terapia intensiva, mi mamá me dijo, ‘dale un besito a tu papá para que se recupere’, y estaba conectado y todo, le di su besito y cuando voy saliendo del cuarto, todas las máquinas empezaron a enloquecer. Se murió a la media hora. Entonces yo dije, ‘mi beso de amor lo mató’. A los seis años interpreté que esa conexión de amor fue fatal, como que al dar amor algo pasaba. Así que desde ahí mi mamá me empezó a llevar a terapia infantil”. A lo que otra vez le digo que muy bien por su madre.

 

Estamos totalmente de acuerdo en que la terapia es parte de la canasta básica. Le pregunto si estaba en terapia cuando se murió su mamá, si regresó a causa de eso o en qué momento de su vida estaba cuando le cayó ese golpazo, que además fue totalmente inesperado.

 

“Siempre he estado yendo y viniendo, tengo dos terapeutas que siempre han estado en mi vida, y me encanta. Y eso fue como un regreso. Yo estaba con mi madre, embarazada de mi segundo hijo, cuando todo esto pasó de la nada. Mi mamá se había pasado un mes conmigo y tenía que regresar a México ese fin de semana para la boda de mi hermana y supuestamente regresaría el lunes, porque yo estaba a punto de parir. La última vez que la vi me dijo ‘mijita, regreso después de la boda de tu hermanita y aquí voy a estar contigo hasta que nazca el bebé’. Nunca regresó”.

 

No puedo más del horror. La interrumpo para preguntarle quién le habló.

 

“Tommy me dijo. Primero me levanté y la casa estaba muy callada, y yo ‘¿dónde está Sabrina?’ ‘La mandé al parque a jugar un rato’. Entonces me senté para empezar a desayunar y él llega, se sienta y me dice, ‘mi amor, tenemos que platicar’. Yo no entendía nada, Marthita, nada, le digo, ‘¿me estás bromeando?’ ‘No, esto es real, y lo siento mucho, lo siento mucho, mi amor’. Enloquecí. Salí corriendo”. No puedo más del shock, porque aparte estaba embarazada. “Horrible. A las dos semanas di a luz. Era una mezcla muy extraña, toda la felicidad y la vida del amor de un bebé en tus manos, y la pérdida, la muerte al mismo tiempo. Pero definitivamente, la gente a tu alrededor es la gente la que te saca adelante”.

 

Además de regresar a terapia, empezamos a hablar de la gente que tenemos cerca. En eso también nos parecemos: pocos, pero muy buenos. Me dice, que, igual que yo, sobre todo se apoya en sus hermanas y en su marido.

 

“Tengo una relación distinta con cada una de mis hermanas. Cada una es cercanísima a mí, pero de una forma individual. Aprendí a dejar de hacer la familia muégano hace años. Me choca eso de que todos tenemos que estar contentos y celebrar y reír, etc., eso no es realista”. “Cada quien tiene su vida, su perspectiva, yo no puedo hacer que toda la gente vea la vida como yo, ni tú pue- des hacer que la gente vea la vida como tú la quieres ver. Cada quien tiene sus lentes con los que ve su vida de distinto color y hay que respetar eso. El respeto al derecho ajeno es la paz, es mi motto”.

 

Por si a estas alturas no se han dado cuenta de que Thalía no es alguien que se victimiza, y que le entra a los golpes como vayan viniendo, me cuenta que hay algo más con lo que vive a diario: la enfermedad de Lyme. Para los que no han oído hablar de ella, es una enfermedad causada por una bacteria que se llama Borrelia burgdorferi, que traen las garrapatas negras. Es muy difícil de diagnosticar y puede provocar dolores en las articulaciones, parálisis facial temporal, una especie de nebulosa mental, afecta el movimiento muscular, entre muchas otras cosas. Lo impresionante es que sabe dónde y cuándo le picó la garrapata que la contagió, lo difícil es que no hay mucho que hacer.

 

“Fue un verano que fuimos a los Hamptons y había muchos venados, que son los que las traen. Donde hay pasto alto, ahí es donde se quedan las garrapatas infectadas con esta enfermedad para atacar. Yo me acuerdo que me la pasaba rico, relajada con mi pancita cerca del césped, y de repente me empecé a sentir mal. Y los doctores decían que seguro era mi embarazo, que estaba a punto de tener a la niña, que era eso. Cuando tuve a mi hija, yo decía, ‘o sea, no es el embarazo, ya tengo a mi hija y siento que me estoy muriendo. No puedo dormir un segundo, sudo, me duele todo el cuerpo, cada articulación, cada músculo, en la planta de los pies siento que tengo alfileres, el cuello no lo puedo mover, cognitivamente no me acuerdo del nombre de las personas. Algo me está pasando que no es del embarazo o el posparto. Y seguían, ‘no, es la lactancia, vas a estar mejor cuando la niña tal…’ y no. Yo iba con los doctores y les decía, ‘por favor, sácame sangre’. Me decían que estaba exagerando, que era el posparto y yo, ‘no estoy triste, es el momento más feliz de mi vida, tengo lo que siempre soñé, ¡una hija!’. Bueno, no le daban al clavo y yo empecé a investigar mis síntomas. Lo que más salía era fibromialgia, lupus, y Lyme disease. Yo fui con mi doctor y le dije ‘hazme estas pruebas para estas enfermedades y mándalo a cinco laboratorios’ y vi que había tres laboratorios específicos que solamente detectan Lyme, así que pedí que los mandaran ahí también. Y salió positivo”. Le digo que qué cañón es el instinto. Cuando tú sabes que algo no está bien, que hay algo más, y qué importante es no descansar hasta saber y poder corregir. “Me empecé a tratar; dos años de tratamiento de caballo. Porque te tienes que tomar como cinco antibióticos, más inyecciones de penicilina. Tenía bolas aquí de la penicilina, se me cayó el pelo, una cosa horrible. Y llegó un momento en que llegué a la meseta en que se controló el Lyme y las coinfecciones, porque cada garrapata puede tener la bacteria de Lyme, pero también puede tener coinfecciones. La mía tenía cuatro cosas más”.

 

Y aquí no acaba la cosa, se tiene que cuidar de por vida, ¿y alguien la ve lamentándose por las calles o preguntán- dose por qué le tocó vivir eso a ella? CERO.

 

“Desde hace doce años y medio cambié de vida; tengo que hacer ejercicio todos los días. Ni siquiera para verme bien, lo hago porque me da energía, movilidad, vitalidad y también hago yoga para estirarme. Alimentación: fuera harinas, arroz, papas, pastas, todo eso tan delicioso, me lo doy en dosis porque eso se convierte en azúcar, el azúcar se convierte en gasolina para estas bacterias. Alcohol: llevo cuatro años limpia, ya nada. Un cambio de vida total. El estrés no me puede atacar porque me drena el sistema inmune y lo poquito de bacteria que todavía hay, crece otra vez. Es un régimen de vida pero aprendí a amarlo y a disfrutarlo mucho… esa ha sido la lección más grande de vida. La supervivencia, conectar conmigo”.

 

Siempre he creído que nos damos cuenta de lo fuertes que somos hasta que ser fuertes es la única opción que tenemos, pero también creo que solo algunas personas lo viven así, de frente, con ganas de aprender algo y salir adelante. Thalía es una de ellas. Me jura que literal, hubo una vez que pensó que se iba a morir.

 

“Una vez le dije a Tommy, ‘veme hoy, porque es el último día que me ves con vida, me estoy muriendo’. Sentí que si cerraba los ojos me encontraría con ese momentito en el que tú decides si te vas cuando ves la luz. Para mí fue un antes y un después, Thalía antes y después del Lyme. Ariadna Thalía Sodi Miranda, empezó hace doce años y medio con mi nuevo camino”.

 

Además, ella quiere hacer algo con esto que le pasó, y tiene la convicción de ayudar a los que están pasando por lo mismo.

“Me importa poder ser esa bandera y ese estandarte para muchas personas que lo tienen y pier- den la esperanza. Esa enfermedad te quita la voluntad de vivir, pero siempre hay esperanza, siempre hay alguien dispuesto a ayudarte, solo que el 85 por ciento de todo depende de ti. Si tú no le echas ganas para reconstruirte desde adentro, ¡nadie lo puede hacer por ti!”.

 

Quiero que me platique sobre sus hijos, Sabrina Sakaë, de once años, y Matthew Alejandro, de ocho, que se ve que son su todo. Primero los nombres, le pregunto cómo los escogió.

 

“Me gustó el nombre Sabrina, que es ‘princesa’, y Sakaë, ‘prosperidad’ en japonés; para mí, es mi princesa de la prosperidad, y Matthew Alejandro, mi hijito precioso, son totalmente diferentes, pero muy mexicanos, muy italianos, viviendo en América, ya sabes. Mis hijos son lo máximo, son grandes maestros… hablando otra vez de gurús y guías y personas así en mi vida, ellos lo son para mí. Sobre todo, Sabrina, mi hija.” Ahora quiero saber qué es lo más fuerte que ha descubierto por ser mamá. “Pues, que ya no es acerca de mí ¡y eso está muy cabrón! Jajaja. Ya no es, ‘hoy me levanté y a ver qué quiero hacer’, no. Aunque te levantes y tengas todo tu día planeado, ¡siempre se altera! Porque se levanta tu hijo y tiene fiebre, o se levanta tu niña y hoy se quiere quedar en casa a jugar. Entonces, cuando eres madre te conviertes en un surfer, porque estás como ‘¡ahí viene la ola!’, métete y a ver cómo le haces”.

 

 

Me imagino perfecto por qué casi no aparecen en sus redes sociales, pero aun así le pregunto.

 

“Los saco poco, pero mi otra familia, que son mis fans de toda la vida y que han estado conmigo en todo, Marthita, en las buenas, en las malas, siempre me piden fotitos de los niños y para ellos lo que quieran”.

 

Aquí nos dejamos ir platicando sobre sus fans, cómo se conecta con ellos y cómo vive esta nueva era digital que es tan demandante.

 

“Mi primer club de fans, Mundo de Cristal, MDC, llevan casi 30 años conmigo, y todos ellos siempre me han estado apoyando incansablemente. Hay otros que también me dan todo su amor y apoyo y el público en general, todos me ayudaron mucho con lo de mi mamá. En ese momento empezaba Twitter, y mil DM, ‘échale ganas Thali’. Crearon un hashtag de ‘terapia de risas para nuestra reina’ y me mandaban chistes los jueves; los sábados eran ‘terapia de abrazos para nuestra reina’ y me mandaban quotes de cosas bellas de la vida. Y así empezamos a crear esa interacción, yo por eso me enamoré; adoooro las redes sociales porque es contacto directo con ellos, sin intermediarios”.

 

Le aviento la pregunta inevitable, porque ya saben que me tiene traumada el tema de la negatividad y los haters, y con más de 14 millones de seguidores en Instagram, quiero saber cómo le hace.

 

“Leo todo lo que me mandan, eh; los comentarios, entro a mis DMs, amo cuando me comparten su vida. Y sobre lo negativo, así como te digo que me reentrené para sobrevivir el Lyme, así reentrené mi ojo para solo ver lo que me suma y no lo que me resta. Mis ojos buscan los emojis de caritas, de arcoíris, de corazoncitos. Yo no veo cosas negativas, yo entrené mi ojo para ver palabras clave como, amor, positivo, te quiero, felicidad, vida, música, etc… yo solamente veo eso, yo no veo el bla bla bla”.

 

Me reitera que además, así se maneja con sus amistades.

 

“Mis amigas, mis amigos, mi gente, todos saben que ni en mi casa hay de que ‘fíjate que me dijeron que’… En mi casa NO hay puerta para eso, solo para historias que aporten como, ‘fíjate que conocí a un speaker como Tony Robbins que está cañón…’, aaahhh eso sí, o ‘fíjate que hay un doctor en neurociencia que está descubriendo un suplemento que te puede ayudar a tener más vitalidad’, eso sí me gusta escuchar. Pero, ‘no sé quién dijo no sé qué de ti’, eso no existe en mi núcleo ni en el de Tommy”.

 

Al final compartimos secretos de belleza, o más bien, le comparto mis miedos a cualquier cirugía o hasta al bótox. Ella me dice que es súper fan de las 25,800 máquinas de los spas que hacen láser, radiofrecuencia, luz pulsada, etc… y tiene plena fe de que en cinco años van a estar aún mejores. También me dice que agua, agua, agua, es la clave. Cosa que me llevó a pensar que tengo que hacer un par de ajustes, jajaja. En fin, Thalía es de esas personas cálidas, que hacen que te sientas a gusto desde el primer momento.



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jueves, 24 de octubre de 2019

¿Cómo dejar de ser la víctima de tu vida?

A la larga, hacerte la víctima no te va a conseguir lo que quieres, responsabilizarte de tus actos y tomar las riendas de tu vida sí, pero tienes que atreverte a cambiar. Podemos hacernos la víctima en todos los aspectos de nuestras vidas o solo en algunos. Por ejemplo, puedes victimizarte en la oficina, pero estar en otro canal con tu pareja, Rebeca Muñoz explica que, dependiendo de nuestro rol de vida, vamos a ver distintos victimarios.

¿Víctima o villano?

Empecemos por hacer distinciones. De que hay víctimas hay víctimas: personas que sufren un daño particular, ya sea de forma fortuita e inesperada o bien, como efecto de acciones de otros que ponen en riesgo su integridad física, emocional, mental, social, económica o patrimonial. Todos sabemos de casos de abuso sexual, de secuestro, de maltrato o de situaciones de personas afectadas por sismos y huracanes. Pero una cosa es ser víctima y otra bien distinta es hacerse la “víctima”.

El victimismo, esa estrategia de las seudovíctimas, es la tendencia a posicionarse -consciente o inconscientemente- como una víctima, señalando y culpando equivocadamente al entorno, al marido, al destino o a Dios, de sus desgracias. La “víctima”, en su narrativa de todos los días, y a través de quejas, acusaciones, lamentos y manipulaciones, deforma la realidad, elude la autocrítica, se muestra imposibilitada e icompetente, no asume responsabilidad alguna ante lo que vive y se complace de su dolor.

ESTRATEGIAS DE DON VICTIMÓN

Posicionarse como víctima abarca un gran espectro de acciones con diferente intensidad, frecuencia y perversidad Hay quienes son corderitos inofensivos que miran la vida con cierto pesimismo y desazón, mientras otros son verdaderos casos patológicos que exageran sus desgracias a través de la cultura de la queja, la culpabilización y la manipulación. Esto es lo que las víctimas profesionales hacen para nunca perder ese papel.

Se quejan constantemente. Van por la vida lamentándose y buscando consuelo a diestra y siniestra porque, según ellos, “no pueden hacer nada” para cambiar las “terribles” circunstancias de su vida. El sufrimiento constante les genera cierto placer, pues les da un rol protagónico ante los demás y los hace merecedores de escucha, compresión y compasión.

Deforman la realidad. Al narrar los acontecimientos omiten información, la exageran o la matizan, siempre cargándose a lo negativo. Su objetivo es acomodar la realidad a la versión pesimista que ellos necesitan.

Avientan culpas. Tienen una habilidad especial, por no decir sobrevigilante y paranoica, de culpar a las personas de sus males y desgracias. Argumentan con detalle la forma en la que los demás los quieren perjudicar, lastimar, excluir y maltratar.

¿QUÉ HAY DETRÁS DE ALGUIEN QUE SE HACE LA VÍCTIMA?
Así por encimita todos piensan que es alguien a quien “le gusta sufrir” o que lo hace nomás por maldad o para manipular al otro. La realidad es mucho más complicada que eso, porque, si bien es cierto que hay una forma de manipulación al hacerse a víctima y despertar lástima, en general no se hace para sacar ventaja del otro, sino para evitar una posible agresión u obtener algo que, de otra manera, no se siente capaz de obtener.

¿CÓMO ME BLINDO DE UN VICTIMISTA?
Reconociéndolo: el primer gran paso es distinguir a quienes sí viven abuso o maltrato de quienes lo simulan y proclaman. Y, sin minimizar los sufrimientos que sí pudiera vivir un victimista, identificar que su estrategia de solución es justo la postura de “¡cuánto sufro!”.

¿Y SI SOY YO?
La estrategia de victimización como herramienta para llamar la atención, recibir amor y ser comprendido tiende a funcionar un tiempo breve, pero se agota rápido. No puedes dedicarte a culpar a tus padres, a la economía y al destino de lo que te pasa. Si te muestras como víctima de tus circunstancias, puedes dar lástima, pero luego coraje y al final resultar poco interesante.



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Los estrenos de Netflix para noviembre

SERIES

American Son (01/11/2019)
Una pareja interracial separada (Kerry Washington, Steven Pasquale) busca respuestas a la desaparición de su hijo. Basada en la obra de Broadway.

The Crown: Temporada 3 (17/11/2019)
Drama sobre las rivalidades políticas y los romances durante el reinado de Isabel II, y de los sucesos que moldearon la segunda mitad del siglo XX.

Atypical: Temporada 3 (01/11/2019)
Sam entra al primer año de la universidad y eso supone nuevos desafíos: desde organizarse hasta hacer amigos.

Queer Eye: We’re in Japan! (01/11/2019)
Los Fab 5 viajan a Japón para transmitir su mensaje de amor y cuidado personal mientras exploran la riqueza culinaria y cultural del país.

The End of the F***ing World: Temporada 2 (05/11/2019)
Dos años después del viaje loco de James y Alyssa, una mujer obsesionada con el muerto sale de la cárcel buscando venganza.

Hache (01/11/2019)
Barcelona, los 60. Helena (Adriana Ugarte) se gana la confianza (y el corazón) de un jefe narco mientras espera el momento para dar el zarpazo.

Huevos verdes con jamón (08/11/2019)
Guy y Sam se embarcan en un viaje ecologista a pesar de las diferencias y terminan compartiendo muchas cosas, entre ellas, un platillo muy particular.

Dolly Parton: Acordes del corazón (22/11/2019)
Amor, comedia, drama, venganza… las historias varían, pero tienen algo en común: están basadas en las inspiradoras canciones de Dolly Parton.

Alta mar: Temporada 2 (22/11/2019)
Años cuarenta. Dos hermanas descubren el lado oscuro de su familia tras una serie de muertes extrañas en un crucero de lujo que va de España a Brasil.

Final Space: Temporada 2 (24/11/2019)
Gary y el resto buscan a Quinn por la galaxia mientras lidian con encuentros familiares raros, regatas espaciales fatales y bolas de pelusas felices.

El Club (15/11/2019)
Un grupo de jóvenes privilegiados decide vender éxtasis y lo que parecía un simple juego se convierte en una trampa mortal llena de narcos y policías.

Feliz lo que quieras (28/11/2019)
Un papá muy terco le hace frente al estrés luego de que su hija cae con novio nuevo en Navidad. Protagonizada por Dennis Quaid.

Distrito salvaje: Temporada 2 (08/11/2019)
Yei Yei intenta balancear su trabajo con su vida familiar. La campaña presidencial de Daniela está plagada de desafíos éticos y prácticos.

Eventos de la Segunda Guerra Mundial a todo color (08/11/2019)
Desde el ataque a Pearl Harbor hasta el Día D, los eventos más cruciales de la Segunda Guerra Mundial le dan vida a esta brillante docuserie a color.

Patriota no deseado con Hasan Minhaj: Volumen 5 (10/11/2019)
Cada domingo, el cómico Hasan Minhaj analiza las noticias mundiales sobre política, cultura y otros temas con un prisma singular, incisivo y sutil.

The Toys That Made Us: Temporada 3 (15/11/2019)
Las mentes detrás de las franquicias de juguetes más icónicas de la historia hablan sobre el surgimiento y la caída de sus millonarias creaciones.

Nailed it! ¡Felices fiestas!: Temporada 2 (22/11/2019)
Llegó el esperado especial de Navidad de Nailed It!: faltan ingredientes, abundan los desafíos, ¿los postres? Bueno, la intención es lo que cuenta.

Historias del narcomundo (22/11/2019)
Policías, traficantes, consumidores y médicos comparten su experiencia para mostrar cómo funciona el negocio de la droga en el mundo.

Las películas que nos formaron (29/11/2019)
Las mentes detrás de las películas más icónicas de Hollywood cuentan cómo sus historias simples se convirtieron en obras maestras imborrables.

Sugar Rush: Delicias navideñas (29/11/2019)
Una competencia con todos sus ingredientes clásicos y, además, un toque festivo. Esta vez, el espíritu navideño se hace sentir en todos los desafíos.

 

PELÍCULAS

El rey (01/11/2019)
Inglaterra, siglo XV. Un príncipe rebelde se convierte en un rey poderoso luego de heredar a regañadientes el trono y todo el caos.

El Irlandés (27/11/2019)
Saga de Martin Scorsese sobre el crimen organizado en los EE. UU. de la posguerra narrada por un sicario. Con Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci.

Noches blancas (08/11/2019)
En Nochebuena, una tormenta de nieve cambia las amistades, los amores y los futuros de varios adolescentes de un pueblo. 

Justicia del Ártico: Escuadrón del trueno(29/11/2019)
Un zorro polar y su grupo de amigos incompatibles intentan detener a una morsa malvada que quiere derretir el Ártico y controlar el planeta.

La leyenda de Klaus (15/11/2019)
Un cartero y un huraño fabricante de juguetes forjan una amistad inesperada en esta historia animada sobre el origen de Santa Claus.

El caballero de la Navidad (21/11/2019)
Un caballero medieval se transporta mágicamente al presente y se enamora de una profesora de Ciencias que perdió toda esperanza en el amor.

La música del terremoto (15/11/2019)
Tokio, 1989. Una extranjera es la principal sospechosa del asesinato de su amiga tras haber participado en un triángulo amoroso con un fotógrafo.

Perdí mi cuerpo (29/11/2019)
Aventuras, amores y recuerdos se cruzan en el camino de una mano cortada que recorre París buscando a su dueño en esta premiada película animada.

Sonora (29/11/2019)
En 1931, doce personas desesperadas cruzan el desierto de Sonora en auto, con la esperanza de encontrar la paz en Baja California..

Baywatch: Guardianes de la bahía (09/11/2019)
El salvavidas de élite Mitch Buchannon y un excampeón olímpico investigan una trama delictiva que pone en riesgo el futuro de la bahía.

Rápidos y furiosos 8 (11/11/2019)
Una ciberterrorista despiadada lleva a Dom a traicionar a Letty y al equipo, y todo lo que habían construido corre peligro. ¿Se darán por vencidos?

Comer, rezar, amar (01/11/2019)
Después de su divorcio, Liz decide rehacer su vida. Así que emprende un viaje por el mundo en busca de buena comida, espiritualidad y amor verdadero.

Navidad en África (01/11/2019)
Abandonada por el marido, una elegante neoyorquina se va de safari a África y encuentra un nuevo propósito. Con Kristin Davis y Rob Lowe.

El hombre sin gravedad (01/11/2019)
Nació sin gravedad y vivió toda su vida escondido. Ahora es una celebridad internacional que sigue soñando con ser normal.

Navidad, loca Navidad (28/11/2019)
Tras perder el trabajo en la radio antes de Navidad, un padre soltero y sus hijos aprenden a vivir con menos y redescubren el sentido de la felicidad.

Atlantique (29/11/2019)
Ada tiene diecisiete años y se enamora de Souleiman, un joven albañil que vuelve al barrio en las afueras de Dakar tras haber desaparecido en el mar.

Wild Wild West: Las aventuras de Jim West (01/11/2019)
Armados hasta los dientes, dos agentes del gobierno de primera categoría deben ir tras un científico diabólico en este Lejano Oeste futurista.

La inspiradora historia de Vinny Pazienza (15/11/2019)
Tras un accidente terrible, la vida lo pone contra las cuerdas. Pero el campeón del mundo de boxeo Vinny Pazienza se propone regresar al cuadrilátero.

Tucker: El hombre y su sueño (01/11/2019)
Tras la II Guerra Mundial, Tucker sueña con hacer un auto más moderno y elegante. Pero deberá superar muchos obstáculos de la industria automotriz.

Gandhi (01/11/2019)
Ben Kingsley encarna al abogado que se enfrentó al dominio británico en la India y se transformó en un símbolo internacional de la no violencia.

El exorcismo de Emily Rose (01/11/2019)
La abogada Erin Bruner se ve en aprietos cuando decide representar a un sacerdote que realizó un exorcismo que salió terriblemente mal.

Día de entrenamiento (01/11/2019)
Un policía novato trata de probar su valía ante un agente de narcóticos veterano, pero pronto se da cuenta de que su compañero no es tan respetable.

Belleza inesperada (25/11/2019)
Un ejecutivo publicitario sumido en un profundo dolor escribe cartas a destinatarios impensados. Sus amigos intentan ayudarlo a superar su pérdida.

17 otra vez (28/11/2019)
El treintañero Mike desea una segunda oportunidad… y la consigue cuando se despierta y descubre que tiene 17 años de nuevo.

 

DOCUMENTALES Y ESPECIALES

Maradona en Sinaloa (13/11/2019)
El presidente del club Dorados de Sinaloa quiere correr el foco de las drogas y ponerlo en su equipo de segunda división. ¿Cómo? Con Maradona de DT.

Lorena, la de pies ligeros (20/11/2019)
Lorena Ramírez, de la comunidad rarámuri, que en su lengua significa “pies ligeros”, se viste con el atuendo tradicional y rompe marcas en maratones.

Paradise en llamas (01/11/2019)
En 2018, las llamas consumieron el paraíso: un pueblo reducido a cenizas en el peor incendio forestal de California. Hablan los sobrevivientes.

Seth Meyers: Lobby Baby (05/11/2019)
Seth Meyers, anfitrión de Late Night y exintegrante de SNL, salta del escritorio para un especial de stand up filmado en Mineápolis, Minesota.

Jeff Garlin: Our Man In Chicago (12/11/2019)
Jeff Garlin celebra (sin querer) sus 37 años en el stand up y comparte lo que aprendió sobre el amor, la pérdida, el éxito y la adicción a la comida.

Zona Rosa (26/11/2019)
Los mejores cómicos LGBTQ de México despliegan todo su talento y un gran abanico de estilos en un especial de stand up.

Bikram: Yogui, gurú, depredador (20/11/2019)
El carismático fundador del imperio del yoga caliente Bikram Choudhury parecía tenerlo todo hasta que sus secretos oscuros salieron a la luz.

No hay tiempo para la vergüenza (19/11/2019)
Serie sobre la vida, el trabajo y el día a día del excéntrico y vanguardista diseñador de moda argentino Santiago Artemis.

Zoé: Panoramas (01/11/2019)
Este rockumental introspectivo ahonda en los éxitos y los momentos íntimos de la legendaria banda mexicana Zoé durante una gira mundial.

La libertad del diablo (01/11/2019)
Un documental apasionante sobre los efectos psicológicos de la violencia en México, narrado por víctimas y victimarios.

Los ladrones viejos (01/11/2019)
Cinco ladrones que cumplen su sentencia en CDMX hablan de sus principios, sus estrategias y su respeto por los valores que rigen en el arte del robo.

¿Qué co#o está pasando? (25/11/2019)
A través de imágenes reales y testimonios relevantes, esta película aborda el significado del feminismo y el activismo social: #MeToo, #YoSíTeCreo.

Guatemala: Corazón del mundo maya (30/11/2019)
Este documental muestra las riquezas de la naturaleza y la cultura guatemaltecas, de la capital a Takalik Abaj, pasando por el valle de Semuc Champey.

 

Niños y familia

Príncipe de los dragones: Temporada 3 (22/11/2019)
Un descubrimiento extraordinario inspira a dos príncipes y a la elfo que iba a matarlos a unir fuerzas para traer la paz entre sus pueblos.

She-Ra y las princesas del poder: Temporada 4 (05/11/2019)
Catra jura conquistar Etheria antes de que llegue el Hordiano Primero, Glimmer se adapta al nuevo rol, y Adora y las princesas enfrentan traiciones.

GO! La fiesta inolvidable (15/11/2019)
Mía se va de vacaciones con su papá a un resort, pero nunca imaginó que Lupe, Mercedes, Juanma y Álvaro iban al mismo lugar. El drama nunca termina.

Hola, ninja (01/11/2019)
Un chico se transforma en ninja cuando junta sus manos, hace una reverencia frente al espejo y pronuncia una frase mágica. ¡A la aventura con amigos!

Los Supermonstruos salvan la Navidad (26/11/2019)
Los Supermonstruos se entusiasman tanto con la Navidad que terminan haciendo tremendo lío. Santa, no te preocupes, el espíritu festivo está intacto.

 

Los Muppets en Nueva York (01/11/2019)
Cuando los Muppets se gradúan, llevan su revista musical a la ciudad de Nueva York y se lanzan a la búsqueda de alguien que los lleve a Broadway.

Trolls: ¡No pierdas el ritmo!: Temporada 8 (22/11/2019)
Mientras Poppy celebra una nueva era de paz en Villa Troll con fiestas, competencias y festividades, Ramón intenta hacerse amigo de la diversión.

 

 



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miércoles, 23 de octubre de 2019

6 crisis comunes de pareja y cómo superarlas

CAPÍTULO I: BAJO EL MISMO TECHO

Cuando no viven juntos, todo parece perfecto, porque no tienes que preocuparte por quién hace qué, quién limpia qué, en qué se gasta el dinero… cada uno está en su casita y se hace bolas con sus cosas. Pero en cuanto se van a vivir juntos, la puerca tuerce el rabo y ese color de rosa se empieza a convertir en algo más oscuro porque tu pareja tiene costumbres muy diferentes a las tuyas y no necesariamente las cosas serán como antes. 

A lo que te van a enfrentar 

Choque entre las formas de vivir. Todos estamos acostumbrados a hacer las cosas a nuestra manera y en el tiempo en el que queremos (incluso, hay unos cuantos consentidos a quienes les hacen todo y pasan de un nido a otro, esperando que así sea cuando viven en pareja), pero ahora son dos y el reto aquí va a ser conciliar y equilibrar para que las cosas sean parejas y los dos estén a gusto. Si tu casa era un mugrero y así eras feliz, pues bien por ti, pero seguro tu pareja no quiere vivir en un chiquero. Nada te cuesta levantar tus cosas.

Salgan a flote: cada quien haga una lista de las cosas que no son negociables para vivir en paz (limpieza, orden, tele, videojuegos, apretar la pasta de dientes a la mitad) y empiecen a negociar. Si tu pareja tiene costumbres que tú no tienes y que pueden ayudarte a mejorar o a hacer las cosas mucho más fáciles, mantente abierto a adquirirlas.

La clave para superar esta etapa: conciliar, organizarse, poner límites, comunicarse

CAPÍTULO II: LA CIGÜEÑA TIENE LA CULPA 

Muchas parejas se unen queriendo formar una familia y otras prefieren esperarse un poco más para conocerse, disfrutarse y estar juntos. Como sea, lo importante es que sepan lo que viene, porque no te vamos a mentir, la llegada de un bebé es de las cosas que más hacen tambalear a una pareja porque los primeros seis meses pueden ser un infierno.

A lo que se van a enfrentar

Con la llegada de un crío, por muy bien portado que sea, vienen las desveladas, el mal humor, la falta de ganas y, por qué no decirlo, hasta depresión. Ese cansancio suele cargarse solo a la mujer, porque muchos señores asumen que como ellos “tienen que trabajar”, es labor de las mujeres cargar con el crío y ¡no! Un hijo es de dos y el bebé los necesita a los dos. 

Salgan a flote: túrnense. Esto ayuda mucho porque se mantiene la sensación de equilibrio dentro de la pareja. Las mujeres suelen sentirse abrumadas y en una orfandad completa, sobre todo los primeros meses. Estar dispuesto a compartir las desveladas le dirá que estás dispuesto a entrarle a todo.

La clave para superar esta etapa: paciencia, darse tiempo en pareja. 

CAPÍTULO III: NOMÁS NO PEGA

El deseo y la ilusión de ser papás nos acompaña a lo largo de nuestra vida, hasta que un buen día logramos concretarlo. Pero, ¿qué pasa cuando, debido a diferentes circunstancias, tenemos dificultades para embarazarnos? La cosa se complica, porque no solo va en contra de nuestros deseos e ilusiones de ser padres, sino que puede convertirse en el centro, racional o irracional, de nuestra vida en pareja (recordemos que mucha gente cree que no está completamente realizada hasta que tiene una familia). 

¿Cómo nos afecta como pareja? 

Los síntomas más característicos son estrés, ansiedad y depresión, pero también pueden aparecer otros problemas como la pérdida del interés en el sexo (pues queda programado para los días más fértiles, por lo que dejan de ser espontáneas), obsesión con la menstruación como comprobante del funcionamiento del tratamiento, tristeza y frustración.

Salgan del hoyo

El impacto emocional los va a afectar y, aunque lo mejor es que se mantengan unidos, con frecuencia lo que ocurre es que pierden el equilibrio como pareja. Evítenlo con estos tips:

No se presionen: muchas veces, la dificultad para embarazarse tiene un contenido emocional. Si se presionan, generarán más estrés y, por lo tanto, se les va a dificultar más el proceso.
No se obsesionen: sí, tener un hijo es una de las ilusiones más grandes que una persona puede tener, pero no ayuda para nada que tu vida gire en torno a tenerlo.
Sean tolerantes el uno con el otro: esto aplica muchas veces más para los hombres, porque quien recibe el tratamiento hormonal y quien se somete a más intervenciones es la mujer, por lo que es posible que tenga estados de ánimo cambiantes.
Let it go! A veces, por muy doloroso que pueda sonar, hay que aceptar que si no pega, no pegará (si es que ya agotaron todas las posibilidades). Busquen alternativas adicionales, abran la puerta a la posibilidad de planear su futuro de manera diferente. 

CAPÍTULO IV: EL TERCERO EN DISCORDIA

¿Es posible rescatar algo luego de nos han o hemos puesto el cuerno?  Eso depende de lo que los dos quieran y, aun queriendo, el camino no es sencillo, aunque tampoco tendría que ser imposible. 

¿Juaaaay?

Las razones para poner el cuerno a son varias y no siempre tan obvias como el clásico “ya no me quiere” o “si me quisiera no me lo habría hecho”.  Una infidelidad no solo se relaciona con el amor o desamor, sino con necesidades no cubiertas (no necesariamente sexuales, puede ser algo más profundo como la necesidad de sentirse valorado). También tiene que ver con el deseo de tener algo más y crees que lo vas a encontrar allá afuera con alguien diferente. ¿Pero por qué si no tenemos lo que queremos no decimos “me voy” y ya?  Básicamente porque queremos todo; lo que se tiene y lo que se necesita o se desea. 

Me quitaron la venda

Cuando todo revienta lo primero que sentimos es shock y confusión para luego pasar al enojo desprecio y alejamiento, y de ahí a varias etapas como pérdida de la confianza y, obvio, tristeza y resentimiento.

 ¿Y ahora?

  • Detén la conducta que lastima. Nadie te va a perdonar si te cachan y sigues poniendo el cuerno).
  • Muestra tantita vergüenza. Metiste la pata y no se valen las justificaciones como “la carne es débil” ni echarle la culpa a tu pareja. Si de plano no sientes remordimiento ve a terapia “rait nau”. Una persona sana se siente mal de haber lastimado a su pareja y dañar su relación.  
  • Acepta todo lo que esa infidelidad dañó. Dile a tu pareja que estás consciente que por tu acción seguro ya no va a confiar en ti, que sabes que la defraudaste, lastimaste y dañaste profundamente la relación.
  • Pide perdón y haz una promesa que estés dispuesto a cumplir.

Van a necesitar

Estar abiertos a pedir perdón y perdonar si las condiciones son adecuadas. Mucha paciencia, esto lleva su tiempo y van a tener subidas y bajadas. Las consecuencias de una infidelidad no se arreglan de fondo de la noche a la mañana y en una sola conversación, sino en una serie de encuentros de netear los dos abiertamente. No van a salir ilesos de esto, pero si todo marcha bien, saldrán más fortalecidos.

CAPÍTULO V: LA EDAD DE ORO

Sin duda, uno de nuestros grandes temores es la llegada de la menopausia y de la andropausia, y con ella el aburrimiento y la falta de vitalidad. En nuestro nos hacen pensar que la tercera edad es un problema. ¿Cómo es la vida de pareja cuando las hormonas decrecen, la piel se adelgaza y empieza a pesarnos la edad? 

HIS AND HERS

Sí hay diferencia entre lo que le pasa a las mujeres y a los hombres en la tan temida “mediana edad”. 

¿QUÉ SE HACE? 

Para acompañarnos en pareja durante esta etapa tenemos que: 

Abrazar la edad como parte de nuestra historia: lo mejor a los 50 o a los 60 no tiene nada que ver con lo mejor de los 25 o de los 50, es diferente, hay pérdidas, sí, pero ganancias también. 

Valorar el erotismo de forma positiva: La sexualidad y el erotismo nunca terminan, por eso con el avance de la edad, si bien desaparece la pasión y la urgencia, la práctica sexual se vuelve más lúdica y placentera. Exploren y exploten nuevas formas, ¡échenle imaginación!

Luchar juntos contra el aburrimiento y decepción: Muchas veces, se puede presentar descontento con la vida en general por no lograr ciertos sueños de juventud y se suele culpar a la pareja de ser la barrera que los limitó. Cuando eso pase, focalicen en todo lo que lograron juntos hasta ese punto, familia, casa, vacaciones. Poner todo en perspectiva les va a hacer ver que no todo es malo como lo creen.

Hacer nuevos planes: uno de los errores más comunes de las parejas a esta edad es dar por terminados los objetivos que ambos tenían en común, cuando todavía queda mucho por hacer conjuntamente.

CAPÍTULO VI: LAS PÉRDIDAS

Por Gaby Pérez Islas

Estar en pareja es una cosa. Ser pareja es otra muy diferente. Ser pareja hace que una relación sea más duradera y profunda, porque llega un momento en la vida donde dejas de lado lo de mis vacaciones, mi sueldo o mi tiempo, para hacer un equipo con la otra persona, sobre todo cuando llega un dolor, una pérdida o una situación complicada. 

EN EQUIPO 

En lo próspero y en lo adverso: Uno de los dos se queda sin trabajo y hasta este punto siempre han pagado a medias todo. A partir de ahora el que tiene trabajo puede apoyar poniendo un poco más de dinero, pero ambos deberán reducir los gastos. 

En la salud y en la enfermedad: piensa en este escenario, alguno de los dos se enferma. Por supuesto que la vida se trastoca para ambos, pero no le hagas sentir al otro que lo que le pasó es una molestia o un inconveniente. 

Y si mi pareja tiene un familiar enfermo: alguno de los dos tiene un pariente hospitalizado y debe pasar mucho tiempo a su lado. La pareja puede ayudarle entonces con el trabajo de casa, planear mandarle un lunch para que no se quede sin comer y, sobre todo, no reclamar que ha pasado poco tiempo en casa, o que no le ha puesto mucha atención. 

Y si mi pareja perdió a alguien querido: tu labor será la de acompañarla en el proceso de duelo. No es cargarla.

El nido vacío: Después de haberse dedicado a ser padres, cuando los hijos se van, por supuesto que van a vivir una pérdida, pero también tienen una oportunidad para reencontrarse como pareja y consigo mismos. 

 



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lunes, 21 de octubre de 2019

Aprende a fortalecer tu interior para sobrevivir al rechazo

Todos hemos estado en estas situaciones: no tomamos el riesgo de decirle a alguien que nos gusta por miedo a que nos batee; nos sentimos fatal si nos corren de la chamba porque nos creemos incapaces de conseguir una mejor; decimos que el amor no es para nosotros porque alguien nos aplicó el famoso “no eres tú, soy yo”; nos sentimos terrible porque nuestro grupo de amigos se fue a comer y no nos invitaron, y hasta creemos que es el fin del mundo porque Chuchito se pasó de largo y no nos saludó. Hay miles de situaciones que nos activan una cosquillita que no sabemos qué es, pero ¡cómo molesta!

¿RECHAZO O ME ESTOY MALVIAJANDO?

Lo primero que tienes que hacer es identificar si lo que estás sintiendo es rechazo o el juez loco de tu cabeza. Cuando te enfrentes a un rechazo, tómate un momento para considerar las siguientes preguntas:

  • ¿Qué sentimientos te provoca esta experiencia? ¿Miedo, frustración, abandono?
  • ¿Sientes que hiciste algo incorrecto o inadecuado ante una situación?
  • ¿Sentiste algo similar en tu pasado, específicamente en tu infancia?
  • ¿Cuál fue tu reacción? ¿Culpas al otro, te enojas, gritas, te quejas, le juegas al “pobre de mí”, te rindes o pretendes que no te importa?

¿POR QUÉ LE TENEMOS TANTO MIEDO?

Los rechazos, las pérdidas y los abandonos nos provocan muchas clases de sentimientos, de pensamientos y de conductas: pánico, shock, culpa, vergüenza, ira, depresión, desesperanza, tristeza, uno a la vez, todos de un jalón o en diferentes momentos (en especial si pusimos todo tipo de expectativas y esperanzas). Todos esos sentimientos son la razón por la que nos cerramos y decidimos no intentarlo de nuevo. O lo hacemos, pero con mucha desconfianza, inseguridad y lis- tos para salir corriendo a la primera mala cara, y eso, aunque no lo creas, nos genera relaciones disfuncionales hacia adentro y hacia afuera.

Según el libro Abriéndonos a la vulnerabilidad de Krishnananda y Amana Trobe, cuando nos rechazan, surgen sentimientos que hemos enterrado dentro de nuestro inconsciente y que no queremos ver. Son heridas de la infancia que emergen de ahí, y son importantes porque es la época en la que somos más vulnerables y todo nos marca y nos forma. Estas dos son las principales:

VERGÜENZA. Ante el rechazo surgen sentimientos de no valía. Una profunda sensación de insuficiencia, fracaso, frustración, deficiencia, de ser inadecuados y de que somos funda- mentalmente incorrectos. Es la responsable de pensamientos como: “me rechazaron porque no sé hacer nada bien”. Activa nuestro juez interior, el gran crítico que nos ataca con todo su poder, usando voces condenadoras a las que nosotros les creemos, como las de nuestros padres o una maestra.

ABANDONO. Sientes que nadie te quiere, que estás solo, con una profunda sensación de abandono y sin que a nadie le importe. Esta herida se origina en ciertas acciones de nuestra infancia, como que no tuvimos la atención que quisimos de nuestros padres, no recibimos la sensación de ser especiales y únicos, fuimos humillados, criticados, presionados o juzgados, en casa o en la escuela, cargamos con las expectativas de uno o de ambos padres de ser exitosos o “alguien” y tomamos la responsabilidad muy temprano.

Uno puede pensar que, siendo adultos, esto no debería suceder, que ya hemos superado esa etapa infantil y que, por lo mismo, no es lógico que nos duela que las personas nos rechacen, peeero la experiencia de abandono y rechazo no son algo racional. De hecho, la mayoría ni siquiera sabe que tiene esas heridas. No somos conscientes de cuándo nos dañaron esas situaciones y cómo siguen afectando nuestras vidas y relaciones del presente y nos hacen disfuncionales.

Lo importante es entender que vivimos con una parte emocional anclada en el pasado y que hay que buscar ayuda profesional para salir de estos agujeros que siguen atrapados en nuestro inconsciente, y entender que ese dolor es solo la punta del iceberg de algo más complejo que hay que limpiar y sanar.

¿ATRAES EL RECHAZO?

Hay que entender algo: en el rechazo hay un ciclo. Quizá no eres consciente de ello, pero pregúntate qué haces para atraerlo, sobre todo, si ves en tu vida una historia de rechazos (vives con la fantasía de que te están rechazando todo el tiempo, aunque las otras personas ni si quiera lo tengan en la mente). La vida no es acerca de ti, tú estás siendo inicio y fin de un círculo vicio- so en el que tus pensamientos negativos hacen que la gente te rechace.

En el centro están tus heridas de la infancia; algo de afuera (el rechazo) las detona y pone en jaque tu autoimagen (autoestima); si no es lo suficientemente fuerte, se activan pensamientos negativos que provocarán que te rechacen.

ROMPE EL CÍRCULO VICIOSO

El problema no es tanto que tengas pensamientos negativos, sino que te los creas. Para romper ese ciclo debes identificar lo que tu mente negativa te está diciendo para poder confrontarla y callarla. Recuerda que no puedes dejar de sentir lo que sientes, pero sí puedes cortar tus pensamientos y darte cuenta de que eso que estás pensando no es cierto. Identifica si es rechazo o no. No todo rechazo es intencional, date tiempo y espacio para permitirte sentir eso que se abrió cuando te rechazaron. Identificarlo es justamente el camino a la sanación.

No te lo tomes personal. Hay cosas que no tienen que ver contigo ni son tu responsabilidad; por ejemplo, quizá no eres el más apto para las necesidades de una empresa. Eso no significa que te están rechazando a ti como ser humano o que no seas bueno. Lo que sí depende de ti es no prepararte.

Acéptalo como una oportunidad. Nuestra primera reacción, y la más profunda, es hacer lo necesario para no sentir el dolor, pero aléjate de ese camino, velo como un aprendizaje que te hace más fuerte y contribuye a tu crecimiento.

No trates de quedar bien con todos para evitar el rechazo. No seas complaciente con la gente que te ha rechazado, servir de tapete o tratar de caerle bien hará todo lo contrario.

Trabaja con tus expectativas. Si vas a establecer expectativas irreales, asume tu responsabilidad cuando no se cumplan y no le eches la culpa al rechazo.

Sé gentil contigo cuando te rechacen. No te tires al drama, quizá la relación que tanto querías con alguien puede terminar en otra cosa. Pero, ojo, no se trata de ser conformista, sino de ampliar tu visión y no necear.

Reconoce tus sentimientos. Usamos estrategias de distracción o negación para evitar sentir dolor. Culpamos, atacamos o acusamos porque no encontramos las herramientas para comprender e integrar lo que nos está sucediendo. Aceptar y abrazar lo que estás sintiendo es el primer paso para trabajar en la autocontención.

Fortalece tu autocontención. Se trata de la manera en la que uno se sostiene a sí mismo cuando se desborda en sentimientos. Si de verdad te rechazan sistemáticamente sin razón aparente, entonces quizá sea buena idea cambiar de círculos o ampliar los que ya tienes.



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jueves, 17 de octubre de 2019

El diablo perfecto para tu infierno

Terminas una relación amorosa y te sientes fatal, peor que chancla aventada. Sientes que no vales nada, que todos son unos infieles, que no puedes confiar en nadie, que diste todo y te pagaron con nada. Y después, pasan unos meses y la misma historia se vuelva repetir, ¡pero ahora con alguien completamente diferente! ¿Qué crees? Quien atrae ese infierno a su vida eres tú.

CORTA EL PROBLEMA DE RAÍZ

Primero que nada, cuando una relación termina es imprescindible que hagas un corte de caja. Tienes que tomarte un tiempo para ver qué aprendiste, cuáles fueron tus errores, qué te llevas de ella; reflexionar lo que fue, por qué falló, qué generaron, qué permitieron, cuestionarte y entenderlo. Todo nuestro sistema de creencias y pasado se pone a prueba en una relación. No hacer este ejercicio de introspección, te puede condenar a repetir los mismos errores en la siguiente y la siguiente… Cuando buscas sanar ese dolor con alguien más (aplicar la de un clavo saca otro clavo) haces que ese ciclo se quede abierto y eso evita que concientices qué pasó y no reconozcas tus errores. 

¿CUÁL ES MI INFIERNO?

Una manera de saberlo es analizando cómo te sentías en tu última relación. Te vamos a explicar qué hay detrás de esas emociones.

1. Enojado. Por lo que diste, permitiste, le resolviste. Te sientes utilizado y que jamás tomó en cuenta nada de lo que hiciste.

2. Huyendo. No te querías involucrar. Te sentías cercano a la persona, pero preferiste boicotearte porque no sabes comprometerte. Como te daba miedo, te alejaste emocionalmente, creaste historias en tu cabeza y entonces apareció la desconfianza y terminaste huyendo.

3. Desvalorizado. Sientes que nunca apreciaron tu valor ni lo que hiciste. Te haces la víctima y, aunque siempre dices que una
relación es de dos, cuando te preguntan cuál fue TU error no sabes ni qué contestar.

4. Sin identidad. Lo diste absolutamente todo y cuando acaba tu relación no tienes vida ni amigos ni ningún círculo a cuál pertenecer. Tu pareja te devoró porque dejaste que te resolviera todo.

Por eso te sientes en un infierno en cada relación nueva.
No pasa porque tengas pareja, tú
traes un infierno dentro y tu relación lo aviva. Inconscientemente
haces todo lo posible para sentirte
desvalorizado y confirmar tus sospechas. Un noviazgo es un espejo: eso que tanto temes lo proyectas y eventualmente la persona lo termina haciendo.

¿POR QUÉ RECREAS LA MISMA HISTORIA?

Porque necesitamos confirmar ideas que tenemos sobre nosotros, sobre el amor, sobre la vida. Confirmar algo que ya sabemos nos da seguridad, por eso si estás casado con la idea de que “todas las parejas son nefastas” o de que “todas las mujeres/hombres son superficiales” eso es lo que te vas a encontrar SIEMPRE. Sí, como un imán. Por ejemplo: si eres una mujer que está convencida de que los hombres son infieles siempre vas a estar buscando eso. “¿Amor, dónde estás?” “¿Con quién andas?” “¿De quién es este like?” “Ves mucho a X, ¿no?”. Hasta que lo empujas a que haga justo lo que pretendes evitar. Y así va a pasar hasta que aprendas a darte cuenta de tus errores.

¿CÓMO ME LIBRO DEL FUEGO?

Para dejar de ser un imán de demonios, debes crecer, hacer cosas nuevas y eso nuevo que no te atreves a hacer es confiar y dejar de hacer cosas que alimenten tu infierno.

1. Responsabilizar a los otros. Siempre buscas el culpable afuera, las carencias en los demás y nunca ves las tuyas.

2. No cerrar los ciclos. Empiezas otra relación inmediatamente, evades, haces como si nada hubiera pasado, como si esa persona no hubiera existido, no aprendes nada del pasado y cuando llega alguien más regresas a la misma historia.

3. Actuar como víctima. Yo doy, yo entrego, yo lo quería, yo veía por él/ella, yo dejé a mis amigos, yo siempre di y él/ella no me valoró. Te urge ir a la página 74.

4. No ser consciente de ti mismo, lo que crees y tus actos. Eso hace que generes un infierno en el que tú tienes la razón y los malos siempre son los demás.

Cuando vives el dolor sin atenderlo tomas decisiones inconscientes que rigen tu vida y no te das cuenta. Tienes que cerrar ciclos, aprender de ellos y dejar de hacer ese montaje que se convierte en tu infierno. Conócete, asume responsabilidad y ponte en los zapatos de los otros. Piensa ¿qué aportas a tu relación? De la única persona que no te puedes escapar es de ti mismo, así que mejor controla ese infierno que traes dentro, para que pases al cielo.



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miércoles, 16 de octubre de 2019

Tupperpedia: la guía completa para cuidar, lavar y acomodar tus tuppers

¿CÓMO? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?

Revisa la etiqueta para saber si puedes meterlo al horno/micro, lavavajillas o congelador (no quieres que quede hecho chicharrón). Si no te acuerdas o no lo trae, usa el sentido común, si la tapa o alguna parte trae metal, no lo metas al micro, usa una de silicón. Si es de plástico y lo vas a meter al lavavajillas, ponlo hasta arriba para que el agua caliente no lo derrita.

¿CUÁNTO TIEMPO DURAN?

Obvio, depende del uso que les das. Si te vale y metes el de plástico al micro, va a durar menos que el amor de tu ex. Si los cuidas bien, pueden durar toda la vida. ¿No nos crees? Piensa en los de tu mamá, por eso siempre te reclama que no se los devuelves; recuerda que son un bien muuuuuy preciado.

¿CÓMO LOS LIMPIO?

Con agua y con jabón; pero si guardaste algo muy grasoso, ponle agua caliente y unas gotas de jabón, tápalo y agítalo, y luego pásale una esponja (no uses de metal porque va a parecer arañado por Freddy Krueger). Para evitar que se acumulen las bacterias en las ranuras y tapas de tus tuppers de plástico, déjalos remojando con vinagre y limón toda la noche y luego lávalos normalmente.

BYE, MANCHAS

Para que el espagueti o la tinga no hagan de las suyas con tu tuppercito, antes de echarle la comida engrásalo con aceite en spray, esa capa evitará que se pegue. Si ya valió, haz una pasta de bicarbonato de sodio, limón y agua caliente, y déjala todo un día.

GUÁRDALOS DIGNAMENTE

Si cada que abres la alacena para sacar uno se te viene una avalancha, sigue estos pasos y ordénalos.

Separa por tipos. Pon en un lado las tapas y en el otro los recipientes. Empieza por las tapas y júntalas por forma (redonda, cuadrada o alargada) y luego los contenedores (redondo, rectangular, cuadrado).

Busca la pareja. Ya que tienes todos, ponle la tapa a cada recipiente. Los que no tengan par, tíralos (así como los que estén horribles, mancha- dos, deformes). Si lo que te sobra son los recipientes, ve si les puedes dar otro uso (decorar, hornear) y si no, también, bye.

Guárdalos separados. Ya viste que cada uno tiene su juego, ahora quítales las tapas y en una cajita/un revistero o esquinero acomoda las tapas de mayor a menor tamaño y por forma (como un archivero). Con los recipientes aplica la de matrushka, uno dentro de otro (del más grande al más pequeño). Puedes acomodarlos dentro de una caja de plástico/ tela grande que funcione como cajonera, para que cada que abras la alacena no salgan escupidos.

CONTRA OLORES INMUNDOS

  1. Échale unas gotitas de jugo de limón o aceite esencial de menta/eucalipto al jabón para que se le quite el mal olor.
  2. Moja periódico y déjalo en tu tupper tapado toda la noche. El carbón del papel va a absorber el olor.
  3. Deja unas hojas de albahaca o una cucharadita de sal adentro y tápalo.


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jueves, 10 de octubre de 2019

Hablemos de salud mental…

Durante años, los pacientes con depresión, ansiedad, ataques de pánico y otros padecimientos han tenido que vivir sus dolencias en un completo silencio. Como si fuera una vergüenza confesar que no la están pasando bien o ¡peor!, que han decidido pedir ayuda; ir al psicólogo (y ni se diga al psiquiatra) era visto como una debilidad. Uno tenía que vivir sus duelos y salir de ellos sin queja ni ruido, como si el tiempo en verdad fuera a curarlo todo. Las personas en terapia estaban —¿están?— forzadas a vivir una doble vida. Por un lado, escuchan “¿cómo estás?”, y siempre contestan “¡bien!”; por el otro, esconden los antidepresivos y las citas. Menos juicio, más empatía es la regla de oro; a continuación, los mandamientos para aprender con alguien con una enfermedad mental.

NO DESEARÁS…

…al terapeuta de tu prójimo. Es horrible que todos tus amigos quieran ir al mismo psicólogo que tú, como si fuera un peluquero. Nuestros terapeutas son un poco nuestros y nos cuesta mucho compartirlos. ¿Quién quiere encontrarse en la sala de espera al amigo de la hermana del primo? Nadie.

NO ROBARÁS…

…la imagen que tengo de ti juzgándome por no estar bien y ser políticamente incorrecto. No lo hago a propósito, simplemente no puedo tener el humor o el estado de ánimo uniforme que le vendría bien a la familia. Déjame seguir viéndote como mi amigo o mi familiar y no como a un juez que me señala y condena. Quiero que me escuches sin juzgarme, porque las personas no somos coches descompuestos que, con cambiar unas piezas, ya funcionan de nuevo.

NO MATARÁS…

…mis ganas de estar bien. De buscar caminos para sanar y volver a sonreír. Aunque a veces parezca que la sociedad premia a quien más sufre y juzga al que sale adelante más rápido, no permitiremos que eso mate nuestro deseo de tener paz.

AMARÁS…

…incondicionalmente. Aunque padezca depresión, bulimia, ataques de pánico o insomnio. Porque soy un ser digno de amor y mi enfermedad (sí, enfermedad) no me hace desechable; me hace único. Mis cicatrices, mis batallas de guerra, me hacen ser quien hoy soy, así que no quieras borrarme esos “defectitos”.

NO CODICIARÁS…

…la atención que pueda recibir. No se vale que en todo momento compitan conmigo por el protagonismo familiar o del grupo. Al cielo no se entra en familia, cada uno trabaja su camino. Déjame contar cómo me siento sin que proyectes tus cosas en mí. No me as fi xies.

NO JURARÁS…

…que siempre estarás ahí para lo que se me ofrezca. Ambos sabemos que eso es imposible y convierte tus palabras en huecas promesas. Mejor dime que intentarás comprenderme, que buscarás formas de hacerme sentir tu apoyo y que, aunque te equivoques, me quieres y volverás a intentarlo. Si fallas en tus juramentos, solo voy a perder la fe en los demás.

NO COMETERÁS…

…la peor de las traiciones: alejarte de mí. Aunque no me entiendas, aunque creas que debería de actuar distinto y te cueste soportarme, no dudes de que te quiero ni te alejes de mí. Recuerda que cuando menos lo merezco, es cuando más necesito que me eches la mano.

SANTIFICARÁS…

…el espacio más vulnerable que tenemos los seres humanos: nuestro dolor. Lo que presencies, lo que oigas, lo que toques, es sagrado porque proviene de mi razón con- fundida y mi muy probable corazón roto. Déjalo ser. No te espantes con lo que digo después de horas de insistir que te diga qué tengo o cómo me siento.

NO DIRÁS…

…palabras huecas, como “Échale ganas” o “Por algo pasan las cosas”. Recuerda que nuestra relación es más profunda que eso y lejos de ayudarme esas frases me hacen enfurecer. Enoja saber que, ante la falta de entendimiento, la solución sea utilizar frases trilladas. La meta parece ser convencerme —con argumentos dizque lógicos—de que nada es tan grave. Para mí lo es ya veces las palabras sobran, mejor dame un abrazo, un apapacho.

¡PROHIBIDO DECIR…!

• Cosas como “soy bipolar”, “es un demente” o “está loca” como si nada. Son enfermedades que se diagnostican por algo, no para describir por qué cortaste a tu novio.

• Si con corazón y cerebro aplicamos este decálogo con quien está en una situación incómoda, dejaríamos de ver los tropezones en la salud mental como sinónimo de víctima. Está bien padre crear una red de apoyo a partir de la empatía, el conocimiento y la paciencia. Y estaría padre empezar ¡pero ya!



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miércoles, 9 de octubre de 2019

#SOYCOMOQUIEROSER: Guillermo del Toro

Parece imposible que, con su personalidad tan adorable, el director sea capaz de concebir esas monstruosidades, pero así es, sus creaciones son sus mejores aliados y nosotros sus más grandes fans. 

¿Por qué crees que La forma del agua es una película que conmueve tanto?

Desde el principio la concebí con un subtítulo que era Una fábula para tiempos complicados. Ahora vivimos pensando que estamos muy conectados, pero es una ilusión; estamos viviendo una desconexión, una falta de empatía y un separatismo ideológico que está constantemente magnificando la otredad del otro. De ahí salió este cuento, esta fábula que tiene una belleza, una especie de ungüento emocional.

Has escrito y coescrito muchos guiones, ¿qué prefieres?

Pues escribir solo es aterrador, pero no lo odio. He escrito en compañía de Matthew Robbins, Peter Jackson, y es infinitamente más sencillo. Número uno, porque existe un diálogo con la otra persona y vas calibrando mejor. Normalmente nos reunimos y luego nos vamos turnando el guion. Y así le hicimos Vanessa [Taylor] y yo; le dije: “El guion es tuyo por un mes, hazle lo que quieras”.

¿Nunca te ha pasado que quieres cambiar o reescribir lo que te entregan?

No, porque en las varias décadas que llevo en esto, he aprendido que esta es la mejor manera de colaborar; cada quien se siente propietario de la historia y es cuando salen nuestros verdaderos instintos. Esta vez con Vanessa, nunca tuve ni miedo ni censura. Ella llegó con instintos muy diferentes a los míos; mucha gente creyó que ella había escrito las partes de amor y yo las de suspenso, pero fue al revés; yo escribí las cosas de ternura y, bueno, también la violencia, no lo voy a negar, jajaja, y ella se encargó de apuntalar la intriga entre los espías rusos y los generales.

¿Qué elemento crees que es el que ha hecho llorar a todo el mundo?

Yo también lloro cada vez que la veo, y es que usé una receta que siempre funciona, justo como lo hace Como agua para chocolate, si estás llorando cuando preparas la sopa, la gente va a llorar al tomársela. Yo escribí el final de la película llorando. Hay un monólogo a señas que hace mi personaje mudo sobre lo que ella entiende que es el amor, y esa parte me conmueve profundamente.

¿Dirías que esto es una oda a los que se atreven a ser diferentes y vivir su individualidad?

Por supuesto, creo que celebrar nuestra imperfección es el camino para la paz y la felicidad. Las ideas de perfección y normalidad son opresivas; la mayoría tenemos idiosincrasias y defectos, pero los defectos no son más que virtudes mal miradas; si abrazas eso y te permites ser imperfecto, puedes ser tú, y de esto trata la historia.

¿Siempre tuviste a Sally (Hawkins) en mente?

Sí, se la escribí a ella, bueno, a cuatro de los actores que están ahí.

Y, ¿si te hubieran dicho que no?

Lo he hecho varias veces. A Federico Luppi le escribí Cronos y El espinazo del diablo; a Ron Perlman, Hellboy; a Sergi López, el papel del Capitán, en El laberinto del fauno. Pasa pocas veces que lo escribo así, pero nunca me ha pasado que no acepten. Lo hago con mucho cuidado y mucho amor, y ellos lo saben; veo todas sus películas, veo el rango que tienen y les ofrezco empujarlos a un rango mayor.

¿Dirías que La forma del agua es tu favorita o siempre la última es la favorita?

En este caso es muy afortunado porque sí es mi favorita, pero no por ser la última. El orden en el que las pondrías es 1. La forma del agua, 2. El espinazo del diablo, 3. El laberinto del fauno, 4. La cumbre escarlata, 5. Titanes del Pacífico y luego 6. Hellboy 2.

Completa la siguiente frase: La forma del agua es mi película favorita porque…

Es la más arriesgada y es la más sincera. Felipe Cazals me dijo una cosa muy bonita: “Por fin soltaste el aire, mano”, y así se siente.



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martes, 1 de octubre de 2019

¿Cómo desbloquear la energía de tu cuerpo?

¿Te has sentido encerrado en tu propio cuerpo, como si tuvieras una armadura que te oprime los músculos y te impide sentirte libre y expresarte con espontaneidad? Esa sensación de tensión es a lo que Wilheim Reich (el padre de la psicoterapia corporal) llamó la coraza muscular y guarda una íntima relación con actitudes y síntomas asociados con el grado de flexibilidad o rigidez de tu forma de pensar y de vivir.

Según Reich, existen tres emociones básicas: el miedo, la tristeza y el coraje, de los que nos defendemos formando una coraza que bloquea la energía que necesitamos para sentirnos bien (los hindúes hablan de eso en su concepción de los chakras). Y, aunque tenemos muchos canales energéticos en el cuerpo, hay siete principales: entrecejo, boca, cuello/garganta, pecho, plexo, vientre, pelvis, que cuando tienen un atorón energético te hacen pasarla mal.

 

Cómo los desbloqueo

La respiración profunda y la meditación son la forma más efectiva de hacerlo, pero no tires la toalla todavía, no importa si nunca has meditado, si te da flojera o si crees que no eres capaz de hacerlo. Por algo se empieza, este ejercicio es fácil y, como dura solo 20 minutos, es un buen inicio.

Tómate un momento para sentir tu cuerpo respirando y para soltar cualquier tensión con tu exhalación.

En la primera parte de la meditación explorarás tu respiración en varios espacios del cuerpo, y en la segunda parte te relajarás.

Primera parte: 10 minutos

  • Frota tus manos hasta que estén tibias y colócalas suavemente sobre tu vientre bajo con las palmas hacia abajo. También puedes mover tus manos gentilmente alrededor de tu abdomen. Conscientemente respirando en tu vientre, no solo en el pecho.
  • Siente cómo la respiración se hace profunda y el vientre se relaja; imagina que es un océano de energía que va desde la pelvis al plexo solar, donde el estómago toca las costillas inferiores. Siente su sensibilidad.
  • Siente las olas de la respiración moverse a lo largo de tu cuerpo.
  • Ahora sube tus manos y déjalas descansar alrededor del plexo solar. Siente los movimientos de tu respiración y relájate. Conéctate con esta área tan sensible.
  • Permite que tus manos suban hasta la mitad de tu pecho, alrededor del área del corazón. Siente el movimiento de tu respiración tocando esta área tan vulnerable y bien protegida del cuerpo.
  • Respira suavemente. Deja que el pecho se expanda y se abra al sentimiento de amor y paz del centro de tu corazón.
  • Lleva tus manos al “puente de la respiración”, donde la garganta y el cuello trabajan con la boca y la nariz, invitando la respiración. Aquí, por dentro del cuerpo, la respiración toca tu glándula tiroides, la tráquea, el esófago y la espina. Esta área está contraída por los miedos y el estrés, pero con tu toque amoroso y la nueva atención puedes traer relajación y desbloqueo.

Segunda parte: 10 minutos

  • Coloca tus manos de nuevo sobre tu estómago. Imagina que el vientre es el inicio de tu respiración, desde ahí se expande hacia todo el cuerpo. Siente tu respiración moverse como una suave ola a través de tu cuerpo.
  • Con la inhalación mueves la respiración hacia arriba, al pecho, y con la exhalación hacia abajo, al estómago.
  • Siente que la vida está respirando a través tuyo. Siente la existencia nutrirte con cada respiración, sosteniendo tu vitalidad y gozo.


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¿Cómo es una relación en la que hay igualdad?

Una relación sana y en igualdad no está dominada por el poder y el control, pero sí se basa en estas ocho características:

 

  1. Honestidad
  • No inventan excusas que justifiquen malos comportamientos.
  • Aceptan cuando se equivocan.
  • Cumplen su palabra.
  • No cancelan planes.

 

  1. Comunicación
  • Son capaces de decir lo que piensan sin temor a que el otro lo juzgue.
  • Saben discutir sus desacuerdos.
  • Dicen lo que piensan y piensan lo que dicen.

 

  1. Intimidad
  • Conocen y aceptan sus límites.
  • Respetan su privacidad.
  • No presionan.
  • Respetan los acuerdos de fidelidad.

 

  1. Contacto físico
  • Según los límites que establezcan y con lo que se sientan cómodos, se tocan, se abrazan o besan en público.
  • Respetan el derecho del otro a decir que no.

 

  1. Justicia y negociación
  • Aceptan los cambios.
  • Son capaces de comprometerse.
  • Encuentran soluciones que sean benéficas para ambos.
  • Entienden que hay cosas en las que no están de acuerdo.

 

  1. Responsabilidad compartida
  • Toman decisiones juntos.
  • Comparten cuentas y gastos.
  • Hacen cosas por el otro aunque no sean tu máximo.
  • Van a lugares que los dos disfrutan.
  • Saben dar y recibir.

 

  1. Confianza y apoyo
  • Desean y hacen cosas por el bien del otro.
  • Saben que su amor es mutuo.
  • Se apoyan en los momentos difíciles.
  • Aceptan que puede tener amigos diferentes a los tuyos.

 

  1. Respeto
  • Ponen atención a su pareja, en lo privado y en lo social.
  • Le dan valor a sus opiniones, aunque sean distintas a las de cada quien.
  • Escuchan lo que su pareja quiere y tiene que decir.


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Lookcionario: aprende todo sobre los calcetines

Los calcetines no son un accesorio, SON UNA NECESIDAD. Si nunca se te había ocurrido que el color de los calcetines debe combinar con el de tu pantalón o si te sigues poniendo el horrendo calcetín blanco, pon atención a esta guía. Antes de irte de compras para resurtirte porque los tuyos están llenos de hoyos y aguados, aprende a cuidarlos, cómo se doblan, cómo se lavan, qué colores necesitas y cómo ser un poco más atrevido al combinarlos.

 

Reglas básicas

Para acomodarlos y tenerlos a la mano, divídelos por tamaño y color en lugar de tenerlos todos revueltos.

Los calcetines NUNCA se ponen con chanclas.

Los calcetines blancos son inmundos.

Deben ser congruentes con el grado de formalidad de tu look.

Nunca es suficiente: el número de pares de calcetines tiene que ser de verdad ilimitado porque los usas para todo y a cada rato se quedan sin par.

Grados de elegancia

Un calcetín casual se distingue por la altura (corto es mejor) y el color (neutro). Un calcetín formal se distingue por la calidad de la tela, está hecho 100% de algodón, lana o cashmere; va hasta la rodilla para que nunca jamás se asome la pierna y generalmente es de tonos oscuros y patrones sencillos.

Material y cuidados

Hay tres materiales: algodón, lana y cashmere. El primero es para el verano porque no te sudan tanto los pies, además es el más aguantador: pasa la prueba de la lavadora. La lana es para el invierno, ni en broma los metas a la secadora. El cashmere es lo mejor y lo más caro; estos sí hay que tratarlos con amor, lavarlos a mano con shampoo y acondicionador, con agua fría y jamás exprimirlos, sécalos extendidos.

Uno para cada cosa

Cortos, para el deporte

Son perfectos para los tenis. Están hechos de lana y nylon, así que absorben el sudor y protegen el arco de tu pie del impacto del ejercicio.

Medianos, para el diario

Todo hombre debe tenerlos. Van arriba del tobillo y debajo de la rodilla. El material varía según la marca, pero los de algodón son buena opción.

Largos, de catrín

Son de dandy, de varón refinado siempre con traje que, en un descuido, no quiere flashear su pantorrilla.

Colores básicos

A la hora de escoger el color del calcetín todo depende de a dónde vas. O sea, si la cosa es muuuy formal, no te pongas unos chillantes. Pero si no es pa’ tanto, experimenta y ponte creativo. Los colores neutros son el tiro seguro, elegantes por excelencia. Aquí los básicos.

Combina colores como un pro

* El punto de referencia para elegir el color del calcetín es el pantalón y no el zapato.

* Puedes elegir el color del calcetín según el color de la corbata para conseguir armonía en todo el outfit.

* Si estás en mood juguetón, aprovecha para usar calcetines de colores llamativos.

* El color de tus calcetines puede combinarse con alguno de los tonos de tu camisa o pañuelo.

Ojo:

Todo mundo cree que el calcetín negro no tiene falla, pero sí, no se te ocurra usarlos con un pantalón claro. Se ve naquísimo y NO COMBINA. Si tu look de diario son jeans, este es el color que más necesitas tener; lo bueno es que también jalan con tu traje de godín.

Si tienes más de 10 años, no uses calcetines blancos a menos de que sea para hacer deporte.

Dile que sí a los patrones

Si ya dominaste lo de los colores básicos puedes pasar al siguiente nivel: usar calcetines con patrones divertidos. Nomás no abuses.

Así sí

* No importa la forma del patrón sino los colores que en él se combinen.

* Al menos un color del estampado del calcetín debe combinar con el color del pantalón.

* Si eres muy atrevido, puedes usar pantalón de rayas grises con calcetines de puntos grises, ahí lo que unifica es el color, no el patrón.

* Elige el tipo de patrón tomando como referencia el de la corbata. Si es de rayas que tengan el mismo grosor.

 

Rombos: es el más clásico y elegante. Puedes complementar el look con un pañuelo del color de uno de los rombos.

Rayados: puedes usarlos con traje azul o jeans. Mientras más delgadas, más formales y tú, más catrín.

Puntitos: son un poco menos formales que los rombos, pero igual puedes usarlos con un traje oscuro si el resto del look es muy serio.

Con la figurita: es para hipsters, creativos, pachecos. Se ponen con traje si quieres que la gente hable de ellos o se acuerde de ti.

Diferentes patrones: No es tan volado como el de hot dogs pero le da ondita a tu look, nomás bájale dos rayas a la corbata y a otros accesorios.



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