En busca de un ideal de belleza nos sometemos a dietas tan absurdas como “la que hizo enflacar a chuchita cinco kilos en cinco días” o hasta las extremas. Hacemos mil malabares con tal de conseguir algo que, en realidad, está en nuestro tenedor.
Los alimentos tienen la capacidad de sanarnos. Es la herramienta más poderosa para tratar y prevenir la mayoría de las enfermedades. Trata tu cuerpo con respeto y amor, enséñale qué alimentos escoger para nutrirse de verdad. Mejora tu relación con la comida para que veas resultados verdaderos y te sientas radiante; una buena forma de comer se refleja en energía, vitalidad y sobre todo en una sensación interna y externa de bienestar.
Estás al borde del precipicio cuando:
Te pesas más de una vez a la semana.
Acuérdate que tu peso cambia dependiendo de la hora del día, el proceso hormonal, cuánta agua tomas, el clima, etc. No puedes saber cuál es tu peso real si te subes diario a la báscula. El peso es información, no es un número para juzgarte y definir cómo te sientes contigo mismo. Hay días que traes hasta tres kilos encima de pura agua.
Cuentas calorías todo el tiempo.
Consumir menos calorías de las que tu cuerpo requiere solo te va a conducir a un metabolismo lento e ineficiente. En el momento que consumas más calorías, tu cuerpo, estresado y en pánico, va a acumular todo lo que pueda.
Comes porciones microscópicas.
Lo estás haciendo muy mal si te saltas comidas o comes en exceso. Abusar de los laxantes y las purgas no te hace enflacar, solo estás perdiendo los nutrientes.
Tienes una imagen corporal distorsionada.
No importa si te ves más flaca o más gorda de lo que eres, tienes que aprender a ver la realidad y a quererte así. Además, si tú te juzgas y no eres realista, pensarás que todos te miran con los mismos ojos.
Te obsesionas con el ejercicio.
El ejercicio no compensa una comilona. En exceso produce estrés= radicales libres=oxidación y envejecimiento. También libera la hormona del estrés (cortisol), la cual genera desbalances de humor, hormonas y ganancia de peso en la parte del abdomen junto al hígado (grasa visceral) que es la mayor causa de diabetes, resistencia a la insulina, hipertensión y otras enfermedades.
GUÍA PARA HACER LAS PACES CON LA COMIDA
- Come hasta sentirte satisfecho, no lleno
- No comas frente a la tele, ni la compu. Cuando comas, dedica ese tiempo solo a comer.
- Come lo que se te antoje. Escucha si tu cuerpo quiere algo salado o dulce, frío o caliente.
- Identifica por qué quieres comer. ¿Es hambre o ansiedad?
- Planea tus monchis. En fiestas baja las cantidades de los alimentos y evita los carbohidratos.
- No te castigues. Ya te atascaste, déjalo ir.
- Recuerda cómo te gustas. Observa de vez en cuando una foto de cuando te sentías a gusto contigo mismo.
- Considera cada comida como una oportunidad. De disfrutar, nutrirte y estar bien.
- Haz ejercicio porque te gusta y te sientes bien, no para compensar porque te diste un atracón.
- Libérate de la obsesión y haz de la comida tu aliada, no tu enemiga.
- Cada bocado te tiene que saber de 10, delicioso. En el momento que te sabe a 8, deja de comer.
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