martes, 28 de mayo de 2019

5 tipos de mamás y cómo entender a cada una

La relación con los padres se internaliza cuando somos niños. Es como si nos tragáramos una parte de ellos y viviera en nuestro interior como una voz que nos habla según sus visiones y valores. Cuando tenemos una relación dolorosa y conflictiva con nuestros padres, esa voz se expresa negativamente, con desprecio y rechazo, y nos acaba persiguiendo con crítica y descalificación constantes.

Pero a la hora de que tú te conviertes en papá o mamá, es muy fácil darse cuenta de que estás diciendo o haciendo cosas que odiabas o te dolían de tus papás y que ahora en automático repites con tu hijo. ¿Odiabas la rigidez de tu padre y hoy, sin darte cuenta, te la pasas castigando a tus hijos? Si tus comportamientos y tu personalidad están muy fusionados con ellos, si eres como tus padres en algunos aspectos o todo lo contrario a lo que eran, es una clara señal de que hay que limpiar la casa interior. Eso va a ser más fácil si sabes qué tipo de mamá tuviste. Te dejamos aquí cinco tipos de mamás y todo lo que necesitas entender de su manera de ver el mundo:

MAMÁ AMBULANCIA
Es experta en hacerse cargo de todos los necesitados a su alrededor. Es enfermera, terapeuta, abogada, cocinera y lo que se acumule. Como mamá, hasta se quita la ropa por ti, pero si fluyes bien y sin mucho conflicto, parece que no te ve. Como si la única forma de ser visto por ella fuera a través de la necesidad o la enfermedad. Es generosa, alegre, social, buena organizadora y muy enfocada en resolver todo. Pero eso sí, siempre tiene prisa. Fue una niña que encontró su valor ayudando a otros y su estabilidad, a través de controlarlo todo. Hoy su forma de controlar es ayudando, y puede criar hijos enfermizos o problemáticos porque manda la señal de que el amor solo lo merecen los necesitados. Un hijo de esta mamá depende de ella para casi todo y termina enojado porque nunca le permitió volar con sus propias alas. No sabe conectar con sus propias necesidades y se mete en problemas de dinero, tiempo y conflictos que no le tocan por andar metida en los problemas de los demás. Es una mamá que debe aprender a educar a los suyos con la conciencia de que ella también merece recibir y no solo dar.

MAMÁ SOPITA DE FIDEO
Es una mujer con vocación de familia: su mundo perfecto está compuesto por papá, mamá e hijos. De niña jugaba a ser mamá de sus muñecos y a educarlos. ES la clásica que ama organizar comidas en casa, hornear pastelitos y llevar a los niños a sus actividades. Su misión en la vida es que sus hijos sean personas de bien y exitosas. Todo bien, ¿no? Pues no tanto, porque es súper dependiente sus hijos, así que si ellos no tienen éxito, ella tampoco. Le cuesta dar espacio para que ellos asuman su responsabilidad. Su problema principal es la falta de conexión consigo misma y sus necesidades. Está tan centrada en la familia que deja de ser prioridad en su vida. Desdibujarse y perderse a sí misma nunca es bueno para una mujer, porque termina vacía. El dolor de esta madre es su necesidad de la familia. Pudo haber crecido en una estructura familiar rota o haber tenido una mamá que le metió a la fuerza que una familia iba a ser su única felicidad. Y ni modo, esa es su manera de amar: su incondicionalidad y su entrega en el hogar y con sus hijos.

MAMÁ NEEDY
Es una de las mamás más conflictivas que te pueden tocar. Se trata de una mujer llena de necesidades, quejas y vacíos que jamas se llenan. Es escandalosa y sobredimensiona todo; cualquier incidente toma proporciones enormes bajo su lente, aunque no sea tan importante. Está desbordada por su mundo emocional, como una niña frágil que con cualquier situación se rompe y se siente víctima de las circunstancias. Es muy fuerte sobrevivir a una mamá así y no convertirte en una víctima como ella o ser un rescatador eterno de mujeres rotas y llenas de vacíos. Para evitarlo, es importantísimo que, como hijo, aprendas a separar la realidad de la fantasía súper desarrollada de tu madre y a poner límites claros. Déjala vivir como ella quiera, sin que sea tu responsabilidad. Probablemente no sane nunca, ni aunque la lleves a terapia, porque para ella sufrir es una forma de felicidad.

MAMÁ BFF
Es la clásica que quiere ser más tu amiga que tu mamá. Es ligera, alegre, jovial, le gusta que invites a tus amigos a la casa y acaa en medio de la reunión. Una mamá así es una eterna adolescente, desestructurada, impulsiva e incapaz de dar certidumbre a sus hijos. Generalmente, están confundidas en su relación de pareja, su esposo es más un modelo de padre que de pareja. El dolor de esta madre es que en el fondo no se siente capaz de nada, se quedó atrapada en la adolescencia porque no se sentía lista para madurar. Seguramente, ella tuvo una madre que devoró toda su fuerza sobreprotegiéndola o una que la rechazó y no le permitió asumir sus propias responsabilidades. Ella es tu mamá y tú puedes ponerle límites amorosos de lo que esperas de esta relación.

MAMÁ MÉRITO
Es una mujer exigente, estructurada, rígida, disciplinada y crítica. Todo a su alrededor gira en torno a esquemas y reglas. Le gusta tener la casa impecable y tiene altas expectativas de sus hijos, de su pareja y de todo en general. No es muy afectuosa ni sabe mostrar sus sentimientos; es más bien lejana y si llega a platicar de algo, seguro va a ser de los deberes y tareas o va a intentar darte una clase de moral y buenas costumbres. Según ella misma, no tiene permiso de equivocarse y mucho menos tiene derecho a disfrutar. Esto proviene de una cadena de dolor que se originó con sus padres, no creas que es por gusto. Siente que todo se debe ganar y trabajar duro para merecer un reconocimiento. Pero también pudo haber salido de una familia en la que no había reglas ni límites y ella tuvo que darle estructura al entorno caótico. Hay que tener la capacidad de entenderla y ayudarla a soltarse el chongo.



from Moi http://bit.ly/2K9583G
via IFTTT Compartido de: www.revistamoi.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario