miércoles, 14 de septiembre de 2016

El Factor Figueroa: El bebé

No sé ustedes, pero yo estoy feliz con la noticia del embarazo de Anahí.

Tal vez, este bebé no será cualquier chamaquito sino el hijo de un futuro presidente. Claro que faltan muchos meses para todo, pero desde aquí les mando mis mejores deseos.

Una vez me encontré a Manuel Velasco, gobernador de Chiapas y padre del bebé, pero no pude platicar con él porque venía escoltado en formación diamante y me dio pena complicarles la logística. Pensé “si lo saludo y le pregunto por su esposa van a romper filas y a lo mejor ya no se acomodan igual”. No quise ser la causante de un incidente político o una crisis de seguridad.

Volviendo al embarazo más famoso del momento, me pregunto ¿qué se sentirá ser la RBD más popular, llenar estadios en Brasil y luego casarte con un señor y vivir entre las montañas? Supongo que debe ser precioso. Digamos, diferente.

A mí lo que me preocupa son varias cosas, ponle frívolas y básicas, pero importantes. ¿Dónde nacerá? ¿será niño o niña? ¿cómo se llamará? Y sobre todo: ¿habrá bautizo?

Hay que recordar que la boda fue una ceremonia pequeña -muy privada- sin fiestón y sin luna de miel. Dirán que lo más importante es el trabajo del señor gobernador y sus acciones por el bienestar de los chiapanecos, pero oye, no pasa nada si te distraes una mañana y organizas un mega desayuno con ‘Cochito horneado, chipilín con bolitas, chupe de camarón y tamal de bola’.

Bueno, unos chilaquiles y ya, pero hay que bautizar a la criatura con todos los honores. Ya saben: la pila bautismal, el ropón, el sermón, los bolos, la madrinas (a quien criticarles los vestidos). Primero para que se libre del pecado original y luego, ¡para divertirnos!
Con eso de que Anahí y Manuel son súper ecológicos y comprometidos con la naturaleza, creo que no sería bueno repartir puros cuando llegue la cigüeña, pero nos podían mandar chocolates de la región que son buenísimos. Lluvia de ideas.

Estaba leyendo sobre bautizos famosos y estoy impresionada porque cada vez que un bebé de la familia Borbón –de los Reyes de España- recibe el sacramento, por ejemplo, le rocían agua del río Jordán. Hasta allá va un monje custodiado por el ejército para traerla. Luego la hierven, la filtran y la embotellan con la etiqueta “Aqua ex Jordane”. Uf, qué detallistas son las personas de sangre azul.

Pero volviendo a la pareja que se juró amor eterno en San Cristóbal de las Casas, o sea Anahí y Manuel, quisiera saber cómo van a decorar la habitación del recién nacido. ¿Pondrán cenefas de borreguitos risueños o textiles y artesanías locales? Yo propongo una mezcla con lo mejor de ambos mundos. Es que luego, si se cargan hacia el lado artesanal, el ‘heredero (a) crecerá y sentirá que su cuarto parece una tienda de Fonart. Y ya adentro de los cajoncitos podríamos mezclar mini huipiles y mameluquitos, en una mezcla moderna.

Digo, son ideas que quiero aportar para que la familia crezca en armonía.

Según el médico de cabecera faltan, aproximadamente (porque luego las criaturas se adelantan), cuatro meses para que la Primera Dama pueda tener entre sus brazos a su primer crío.

Desde aquí les mando una felicitación enorme y ojalá muy pronto el bebé llegue al mundo y haga tres de las mejores cosas de la vida: comer, dormir y sonreír.



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