viernes, 9 de diciembre de 2016

Lo estúpidamente interesante de la virginidad

¡A ver chavas! Vamos a organizarnos. Si a estas alturas les exigen virginidad, ustedes exijan catedral con todo y feligreses y hasta peregrinaciones.

Resulta tristemente estúpido que en pleno siglo XXI, aun se le tenga que explicar a las hordas de machistas, que las mujeres no son envases tetrapack, de esos que solo son válidos mientras nadie les quite el empaque. Neta no entiendo por qué no entienden.

Según el estudio denominado “La virginidad en el siglo XXI”, elaborado en el 2013 por GFK, una de las empresas de investigación de mercado más grandes del mundo, el 37% de los mexicanos busca casarse con una mujer virgen, o como dice la biblia “mujer que no ha conocido hombre”.

El mismo estudio destacó que la edad promedio en que los millennials mexicanos dejaron de ser vírgenes fue a los 17 años. También señaló a Monterrey como el estado donde más personas esperan a casarse para tener relaciones sexuales, con un 48% (según ellos). En Guadalajara 33% de los tapatíos casados aseguran haber llegado vírgenes al matrimonio y en CDMX 34% sigue esta tendencia ¡AY, AJAAA!

Y para que vean que la gran mayoría de los hombres siguen exigiendo algo que ellos no pueden ofrecer, la investigación también evidenció que en México solo uno de cada 10 hombres tiene relaciones por primera vez estando casados, contra cuatro de cada 10 en el caso de las mujeres.

Y como este estudio no incluyó a parejas homosexuales, les cuento que los gays somos ¡TRES VECES VÍRGENES! Y eso sí, nosotros no andamos perdiendo nuestras virginidades, sabemos perfectamente en dónde y con quién dejamos cada una de ellas. La primera es cuando te estrenas como activo, la segunda cuando te inauguras como pasivo y la tercera cuando decides experimentar con mujeres. El 90% de mis cuates gays mantienen intacta y en su paquete original esta tercera virginidad.

Pero volviendo con las mujeres, si en nuestro país la virginidad femenina no continuara siendo una ridícula exigencia, la himenoplastía o cirugía de reconstrucción de himen, no sería una de las intervenciones quirúrgicas más solicitadas en los hospitales privados de México. Los costos son variados, por 28 mil pesos a usted le pueden hacer un segundo himen, el cual se comportará de la misma forma que antes de la primera relación sexual e incluso, volverá a sentir dolor y sangrar como en “su primera vez” (QUÉ FLOJERA).

Si el presupuesto es más limitado, pero la presión de volver a ser “virgen” es mucha, pues por aproximadamente 16 mil pesos, usted puede solicitar un bonito corte en las paredes de la vagina para que le coloquen una sustancia similar a la sangre, la cual fluirá de manera “espontánea” durante la primera relación sexual. La primera después de la cirugía. OBVIO.

Cualquiera de las dos cirugías requieren de una recuperación de unos tres días aproximadamente y esperarse unas cuatro o cinco semanas para la “Gran Reinauguración”.

Pero en la India (una de las culturas más gandallas con las mujeres), son más prácticos, allá una compañía farmacéutica promete a las féminas devolverles su virginidad con tan solo untarse una milagrosa crema llamada “Otra vez 18”, la cual aseguran que es capaz de tensar las paredes vaginales para lograr “un eterno efecto primera vez”, gracias a sus exclusivos compuestos como: polvo de oro, aloe y almendras ¿El costo del “milagrito”? 44 dólares.

Y ya que estamos en esos asuntos banales del dinero, un estudio realizado en la Universidad de Texas, asegura que las personas que pierden su virginidad después de los 20 años, obtienen en su madurez trabajos con ingresos más altos en comparación con los que andaban de ponedores desde chavitos. Eso sí, según los resultados de la investigación, aquellos que pierden tarde su virginidad disfrutan de menos relaciones sexuales y se casan menos.

Termina su columna y extraña tantito sus tres virginidades.



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