Según un estudio de la Universidad de Tennessee dirigido por la psicóloga Beth Easterling, el 25% de las parejas casadas, confesó guárdale al menos un secreto a su pareja, el 75% confesó NO guardar secretos.
Uno de los datos más sorprendentes, es que las infidelidades NO son el secreto más común, sino aquellos relacionados con las finanzas, la situación profesional, nuestro pasado, y sobre todo lo referente a la ruptura de reglas morales o jurídicas.
La promiscuidad en la juventud, las cuentas bancarias secretas, las opiniones negativas de familiares cercanos sobre la pareja, son los secretos más comunes entre las parejas. Las mujeres son más propensas a mantener secretos que los hombres, según los resultados del estudio.
Una de las principales razones que detrás de un secreto, es el miedo a la imagen que tenga nuestra pareja sobre nosotros, y lo que pueda cambiar la relación por ese hecho.
Según el estudio, de acuerdo al número de años en un matrimonio, es la cantidad de secretos que se guardan entre ellos. Todos estamos hechos de sueños, misterios y experiencias personales que con el paso del tiempo van conformando nuestra personalidad y carácter. Con el comienzo de una nueva relación, se enciende la ilusión el compromiso y la dedicación; solemos aportar tiempo, dedicación, compromiso y entrega para fortalecer un espacio seguro y feliz.
Conforme la relación va cobrando importancia, comienzan las preguntas y revelaciones llevándonos a la siguiente pregunta: ¿es necesario abrir la caja de todos nuestros secretos?
Los secretos en la pareja es un tema que arroja opiniones divididas, mientras hay quienes están a favor -y demandan- de saberlo todo, hay quienes prefieren mantener el misterio. Hay quien dice que toda relación estable requiere una apertura completa y una sinceridad absoluta, pero ¿debemos incluir ahí también esos misterios que cada uno de nosotros tenemos tras nuestras bambalinas personales? Las relaciones de pareja necesitan de una base emocional donde se haya la comunicación, el amor, la empatía y la confianza, pero esto no nos obliga a tener que perder nuestro individualismo.
Comprender la diferencia entre confianza y codependencia, o secreto y engaño suele ser relativo al propio individuo y los acuerdos a los que cada pareja ha llegado.
INTIMIDAD. Todos los seres humanos necesitan de un espacio psíquico personal que es a su vez esencial en las relaciones sentimentales.
- Allí descansan ciertas inseguridades, dudas o incluso momentos vergonzosos que no atañen a la pareja; desde nuestros sentimientos y pensamientos hasta acciones tan triviales como ir al baño en paz.
- Ser pareja no significa estar juntos todo el tiempo ni saber exactamente qué pasa por la cabeza del otro en todo momento.
INFORMACIÓN NO SOLICITADA. Todo ser humano tiene pasados amorosos, amistosos o vergonzosos y mantener silencio al respecto es sentido común… especialmente cuando se trata del primer amor platónico hecho poster en el viejo cuarto de adolescente.
- Clamar o preguntar todo lo ocurrido y pensado antes de la relación actual no es hacerle un bien a la pareja.
- Interrumpir una cena juntos para contarle sobre tu primer amor, sin que se preste la situación, es sabotear el momento con una irrupción que jamás será bienvenida.
- Tu pareja no necesita saber si tus amigos le detestaban, si pensaste que era horrible la primera vez que se vieron o si en la secundaria eras un mujeriego…
- Hay anécdotas que se pueden convertir en chistes privados de pareja, pero cada intercambio de información debe colocarse en el momento adecuado.
PRUDENCIA NO ES SECRETO. Nuestra pareja NO necesita saber todo lo que nuestros padres opinan de él/ella, y MENOS cuando acabamos de tener una discusión…
- Por otro lado, nuestra pareja no necesita saber que ayer volvimos a soltar con las amigas todos los motivos por los que nuestra suegra es insufrible.
- Aplica igual con amigos, hermanos y muchos otros detalles cuya omisión responde a la prudencia, no al engaño o a la búsqueda de formar secretos.
SECRETO VS ENGAÑO. En el Engaño hay una intención clara de ocultar o mal informar sobre alguna situación que dañaría directamente la relación de pareja, mientras que un secreto puede ser atemporal, y totalmente ajeno a la misa.
- Engañar sobre un encuentro amoroso no es lo mismo que tener un “crush” con la protagonista de Game of thrones.
CONFIANZA CON EL TIEMPO. La primera cita no es el espacio para decir de qué color queremos los centros de mesa en la boda, nuestros rituales nocturnos o los gustos culposos sobre música, comida y tele. Cualquier ente cuerdo saldría corriendo si abrimos la caja de Pandora antes de que sea natural y lógico.
- Todos tenemos capas como Shrek, algunas son detalles, otras son secretos y parte del éxito en una relación es dejar que la pareja las descubra con el tiempo.
- Aceptar, sin embargo, que cierto grado de intimidad y algunos secretos son importantes en la pareja, no quiere decir que omitir toda información que pueda parecer complicada es beneficioso para la misma.
- Una relación tiene sus cimientos en la confianza, y esta confianza debe abarcar los rincones más profundos y vergonzosos de nuestra vida. Sin embargo, esta misma confianza es algo que se construye poco a poco y jamás podrá darse por generación espontánea.
En términos generales, ocultar cosas nos aleja de la persona querida porque atenta contra la intimidad. No olvidemos que esos secretos que nosotras tenemos también los tienen ellos.
Por Lucy Romero en marthadebayle.com
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