Si no tienes hijos, pero ya eres tío, sabes del amor profundo que puedes llegar a tener con ellos. Eres el encargado/a de jugar con ellos, no de educarlos, tienes la libertad de festejarle hasta lo que no.
Te decimos qué hacen ellos para que los valores tanto como ya lo haces y por qué te quieren tanto.
Te tratan como un padre. Confían en ti y te ven como un padre/madre más a quien le puede pedir consejos. PEEERO, no tienes la responsabilidad de que hagan sus tareas, tengan buenas calificaciones o se laven los dientes antes de dormir, no eres un padre, pero pareces.
Te quieren tal y como eres. Por lo mismo que no les dices qué hacer, puedes llegar con regalo o sin regalo y la alegría de verte será la misma, eres la persona que les puede dar permisos a espaldas de los papás.
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No te juzgan. Es normal que con la edad, los niños critiquen a sus papás y vean errores en ellos, tú siempre estarás para tus sobrinos en esos momentos, en donde serás el mejor para ellos, para ayudarlos a comprender la vida y a sus padres. Ellos no te criticarán o juzgarán por las decisiones que has tomado.
Eventualmente serán amigos. Mentiras piadosas en complicidad hacia los padres, secretos de noviazgo, si la diferencia de edad es poca, se volverán mejores amigos, hasta de fiesta irán juntos.
Será tu maestro. Si piensas tener hijos, un sobrino será la clave para pasar la prueba, aprenderás muchas cosas de paternidad o maternidad, necesidades que tienen y sobre todo, verás lo importante que es estar presente en al vida de ellos.
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