El amor tiene muchas caras, sí, pero el amor erótico propio de la vida de pareja, en este siglo de la libre elección, muere por falta de deseo y de variedad. Y es que, beleive it or not, el deseo crece en la ausencia y el amor requiere la presencia. ¿Cómo conjugar esta combinación contradictoria para hacer que una pareja pueda durar, y durar bien?
El problema de falta de deseo tiene más qué ver con la abundancia que con la escacez, con la transparencia que con el misterio. Por eso:
No confundas cantidad con calidad. “Es mejor que falte un poco – y se desee más- a que sobre y hostigue la relación”.
El sexo es gratificante y duradero depende de los estrógenos y la testosterona pero no solo de eso. Checa tu funcionamiento hormonal, pero el sexo sabio requiere un marco de buena comunicación y entendimiento para lograr el equilibrio entre lo que deseas hacer, lo que nos podemos permitir y lo que podemos aceptar.
El otro ha de ser siempre un misterio. Y no me refiero a una mentira, pero no puedo saber todo del otro.
Proyectos de vida separados. ¿Tú y yo somos uno mismo?
Saturación. El exceso de cercanía, convivencia, insistencia, y de sexo saturan.
Rutina. ¿Siempre lo mismo? Evidentemente no podemos andar del “tingo al tango” todas las noches. Pero, ¿por qué no crear escenarios diferentes para los encuentros sexuales
Celos. Los celos “generan una pseudoseguridad” pero son mata pasiones. Sentirse controlado, acotado, poseído, vigilado, hace que el deseo decrezca.
Demasiada confianza da asco. Los espacios privados de higiene personal, ir al baño, etc., se hacen en privado. El deseo requiere cierta idealización y enamoramiento.
El comportamiento mismo del deseo. El deseo crece en la ausencia, distancia, opacidad.
Para recuperar el deseo sexual:
- Crea espacios de intensidad emocional. ¿Acaso no en las películas de ciertas emociones la adrenalina, el logro conjunto y el desafío de retos, predisponen a la conexión y el enamoramiento?
- Aprende a seducir.
- Lo sensorial importa. Los sabores, texturas, colores, variedad en las experiencias sesoriales nos contactan con el cuerpo y despiertan nuestro erotismo.
- Mastúrbate. Si no conoces tu respuesta sexual, no esperes que el otro to conozca más y mejor que tú. El autoerotismo despierta el erotismo común.
- Cuida tu salud física. Al final la respuesta erótica se monta en la dimensión corporal. Si el cuerpo falla, el sexo no marcha.
- Atrévete a transgredir. Lo prohibido (al menos para tus o sus cánones) siempre invita a cruzar líneas y a crear interés.
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