Pareciera que las personas nos dividimos en dos grandes grupos, las que aceptamos que en algún momento hemos sido infieles, y las que lo han hecho tan meticulosamente bien que pueden asegurar que jamás han puesto el cuerno.
Eso sí, científicos de todo el mundo, muy meticulosos y diligentes se han dado a la tarea de ubicar las razones del por qué la raza humana salió tan ojo alegre.
Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Noruega, indicaron que el nivel de infidelidad masculina podría ser directamente proporcional al tamaño de los testículos del varón, ya que lograron determinar el grado de infidelidad de los primates de sexo masculino observando el tamaño de sus testículos. Entre más grandes los tienen, más infieles son. Simplemente porque al tener testículos más grandes cuentan con más cantidad de flujo espermático, lo que los motiva a repartir sus genes apareándose con varias hembras. Ahora sí que son infieles por sus puritítos hu…testículos.
Sin embargo, la red social eva.co realizó un sondeo entre sus usuarios en el que se concluyó que no se necesita tener unos testiculotes para ser infiel, que basta con ser barbón. De los 2 mil hombres que participaron en el sondeo, 47% de los barbones afirmó haber sido infiel, contra un 20% de los chicos afeitados que confesó lo mismo. Ahora imagínense si son barbudos y con testiculotes ¡NO, BUENO!
Pero los hombres que se sienten muy listos porque aun no los han cachado en ninguna movida, resulta que en realidad son unos pen…orates; o al menos eso es lo que asegura Satoshi Kanazawa, director de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Londres, quien sustenta que los caballeros que le son fieles a sus parejas muestran un coeficiente intelectual mucho más alto que los que andan de facilotes, ya que su grado de inteligencia emocional les permite ocuparse más en no herir los sentimientos de su pareja que en dejarse dominar por sus impulsos sexuales ¡Esos sí son testiculotes!
En cuanto a las féminas, resulta que ellas son más infieles que los hombres. Ese fue el resultado de una encuesta realizada por la tienda erótica en línea SexPlace. De los 5 mil participantes en la encuesta el 52% de las mujeres confesó haber estado con otros e incluso otras durante una relación, contra el 48% de los varones que también admitieron haber sido infieles.
Además, la encuesta destacó que las mujeres involucran sentimientos en sus aventuras; mientras que los hombres solo lo hacen por jariosos.
Y la cosa se pone mejor, porque en México, 44%de las usuarias de redes sociales diseñadas para encontrar parejas sexuales, como AshleyMadison.com, admitieron que sostienen relaciones extramaritales. O sea, le ponen los cuernos a sus parejas, lo que ubica a nuestro país en el primer lugar de infidelidad femenina, según el sondeo realizado en 36 países por dicho portal.
Las mexicanas se ganaron a pulso este primer lugar, ya que el promedio de la escala mundial de infidelidad femenina en AshleyMadison.com se ubica en un 33% de sus usuarias, pero en México se eleva a 44% siendo CDMX, Guadalajara y Monterrey las ciudades con más usuarias activas en el mundo. Que guardadito se lo tenían.
Aunque si ya las o los cacharon brincando en otros petates, siempre pueden argumentar a su favor que lo hacen por un problema genético y que como es un rollo de genes, pues se chingan porque nacieron para ser así. Si es su caso, les recomiendo que enmiquen el estudio realizado por Investigadores de la Universidad Binghamton, ya que destaca que al menos la mitad de las personas con el gen DRD4 (gen que se basa en las rutas de motivación y recompensa que recibe el cerebro), son más proclives a la infidelidad.
Lo curioso es que las personas que no consideran a la infidelidad como un asunto tan grave, son justamente lxs infieles, mientras que lxs que se quedan con la confianza traicionada, los sentimientos heridos y los acuerdos rotos; opinan muy distinto.
Termina su columna y si quiere alta fidelidad, se compra un buen equipo de sonido.
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