Cerca de San Miguel de Allende está un pueblito fantasma, que desde que vas entrando pareciera el viaje a otra época. Todas sus fachadas son color tierra, lo cual da la sensación de estar en medio de la nada o un lugar abandonado, pero es una experiencia muy padre conocer lo que guarda, este lugar es Mineral de Pozos, Guanajuato.
Solo para ponerte en contexto, en algún momento el pueblo vivió grandes momentos de riqueza, incluso llegaron a ser los preferidos del Presidente Porfirio Díaz y en su tiempo lo nombró capital del país, poniéndole su nombre al territorio, por eso existen grandes haciendas, en ruinas porque el lugar fue dejado poco a poco, pasando a ser olvidado.
Así pasaron años hasta ahorita que se rescata y surge un Pueblo Mágico.
¿Qué puedes hacer en Mineral de Pozos?
Tienes que conocer Santa Brígida, un casco de hacienda donde encuentras los famosos “hornos”, estampa clásica de Mineral de Pozos. Para llegar debes recorrer casi 2 kilómetros de terracería (puedes ir en coche, moto o si aguantas hasta en bici.) El sentido a experimentar en este lugar, además de la vista, es el tacto en un recorrido por el Tiro de Aire (recomendación: preparen cámaras y celulares).
Si quieres vivir lo que es la oscuridad total, lánzate a bajar una de las minas (reales). Ojo: de preferencia busca un guía que te acompañe, porque sí es una aventura en toda la extensión de la palabra. Te ofrecen dos opciones: una es bajar a la mina turística, que por lo que entiendo es una mina falsa, construida cómodamente para que todas las personas puedan conocerla, con escaleritas y luz, pero también puedes bajar por la mina real, no apta para gente que tenga problemas de salud (incluso tampoco los niños pueden bajar). Si te gusta vivir emociones inesperadas, entonces esta es la opción, yo lo hice y será algo que nunca olvidaré (mi recomendación: Mina de los 5 Señores). Para no arruinarte la sorpresa y dejarte con la tarea de ir dejaré en suspenso lo que encuentras al bajar, pero solo te adelanto que es la razón por la que las minas del lugar dejaron de funcionar como tal.
Para los oídos, visitar la Casa del Venado Azul es mi consejo, una casa con un verdadero temazcal, donde fabrican y tienen exposición de tambores, flautas y otros instrumentos prehispánicos hechos de madera, piedra, conchas, etc.
Lee: Lo que te pierdes por no viajar
Sin dejar atrás el olfato, acompañado de uno de los guías, puedes visitar el Rancho de la Lavanda, campos morados donde tienen la flor, que es convertida en diferentes artículos para comprar y donde tienen buenas vistas de la puesta del sol.
Por último, pero no por eso menos importante, algunas opciones para saborear según tus gustos son: Posada De Las Minas si traes antojo de comida mexicana, Caffe D´La Fama si lo que buscas es sólo un tentempié o Pizzanchela, que son pizzas a la leña, que aunque suene poco tradicional, es parte de la especialidad del pueblo y para que no digas ¿cómo ir a comer pizza en Pozos? te dejo la más recomendada: la de huitlacoche.
Para hospedarte hay pocos hoteles pero bastante lindos, algunos de ellos son categoría Boutique. Te comparto algunas alternativas: Posada Las Minas, El Secreto de Pozos, Su Casa, Casa Mexicana y La Casona y visita también las galerías del pueblo.
Entonces ya sabes lo lo que te espera, porque este pueblo fantasma, está más vivo que nunca.
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