martes, 5 de julio de 2016

Un analgésico para parchar al corazón

Sentimos dolor cuando nos golpeamos, caemos, cortamos, aplastamos, etc. Pero también sentimos dolor, y de hecho lo enunciamos de formas similares, cuando algo emocionalmente nos aflige. Cortar con la pareja, sentirse apachurrado, tener el corazón roto son ejemplos de dolor emocional. Ambos dolores comparten algo más que las palabras para expresarlos.

La definición de dolor es la de una sensación que lastima, y como toda sensación, es algo que ocurre en el cerebro. Específicamente, hay un área en el cerebro detrás de la frente llamada córtex de cíngulo anterior. Esta área regula varias funciones, entre ellas la de la emoción asociada al dolor. Es decir, que cuando nos golpeamos el dedo chiquito del pie con la mesa, las neuronas del córtex del cíngulo anterior son las que comienzan a disparar muchas señales que interpretamos como un sentimiento desesperado por sobarnos el dedito.

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Pero esta área también tiene mucha actividad cuando ocurren situaciones de rechazo, que generalmente provocan sensaciones de dolor. Al ser la misma área del cerebro, ¿podrán estos dos tipos de dolores aliviarse de la misma manera?

Parece ser que sí. En un estudio para indagar más sobre esto, le dieron acetaminofén (Paracetamol), un analgésico muy común, a varias personas que decían estar desoladas. La mayoría, después de tomarse una dosis, reportaron sentirse mejor. Otro estudio similar encontró que personas que tomaban el analgésico al enfrentar una decisión fuerte que les causaba conflictos internos, podían decidir con mayor facilidad, es decir, con menos dolor.

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Lo que hace este analgésico es reducir la respuesta neuronal del córtex del cíngulo anterior, la que está asociada al dolor físico, pero también al rechazo social y por lo tanto al dolor emocional. Es un parchesito, pero puede funcionar para la próxima vez que alguien tenga roto el corazón.



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