Si te sientes forever alone, piensa que hay una ballena que lleva toda su vida cantando para encontrar a alguien con quien platicar, y no lo ha logrado (y puede que nunca lo haga).
El canto de las ballenas es una forma de comunicación sumamente compleja, tanto que se puede considerar un tipo de lenguaje. Las ballenas se comunican entre ellas por medio de diferentes notas, que como unidades van concatenando hasta formar canciones. Estas melodías son particulares para cada especie, e incluso pueden ser tan específicas que una canción de cierto grupo de ballenas es distinto, y por lo tanto inteligible, para otro grupo, a pesar de ser la misma especie.
La “ballena más solitaria del mundo”, como se le ha llamado a la protagonista de esta historia, canta una canción que nadie sabe cómo escuchar. Su canto está a una frecuencia de 52 Hertz, lo cual es parecido pero más agudo que el de las ballenas azules y las ballenas de aleta, y no corresponde a la frecuencia de ninguna especie de ballena conocida.
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Sabemos de esta solitaria marina gracias a que existe una red de hidrófonos submarinos que Estados Unidos colocó durante la Guerra Fría a lo largo del Pacífico y del Atlántico. En 1992, la información que grabaron estos dispositivos fue desclasificada, y varios científicos comenzaron a escuchar qué decía el ancho mar. Entre estos secretos se encontraba el llamado de la ballena de los 52 Hertz, a quien desde 1989 se detecta cantando a través de una ruta migratoria que tampoco corresponde a la de ninguna especie de ballena que conozcamos.
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Sigue siendo un misterio si realmente esta ballena está sola, ya que hay quienes piensan que puede ser una ballena azul que canta un poco diferente a las demás; se sabe además que las ballenas modifican su canto debido a la intervención humana. La hipótesis más fuerte sobre este cetáceo es que es un híbrido de dos especies de ballenas, por lo cual tendría una morfología diferente a la de ambas especies parentales, provocando que sus sonidos fueran también distintos.
El interés humano que ha despertado esta ballena a quien nunca nadie ha visto lleva a un consejo esperanzador para quien se siente forever alone: sí alguien que está prestando atención a sus cantos.
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